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Naciones Unidas. El representante permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas, Rafael Ramírez, rechazó hoy de manera enérgica los ataques contra su país en materia de derechos humanos, los cuales calificó de políticamente motivados.
En una declaración, el diplomático criticó en particular informes y comentarios que se emiten en el seno de la organización para desacreditar a la nación sudamericana, entre ellos los realizado por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
De acuerdo con Ramírez, mientras se acusa al gobierno de violaciones, se ignoran graves delitos cometidos por sectores violentos de la oposición, que promovidos por la derecha interna y externa han dejado decenas de víctimas e importantes daños materiales.
El embajador reiteró que en Venezuela se respetan los derechos de las personas, en su Constitución no se contempla la pena de muerte y no existen desapariciones forzadas, torturas y condenas de cadena perpetua.
‘Para nosotros, el respeto universal, absoluto, indivisible, inalienable, inviolable y progresivo de todos los derechos humanos es un compromiso de principios’, subrayó. Ramírez denunció aquí la agresividad de Estados Unidos y su empleo del tema como un instrumento de injerencia.
Resulta inaceptable que Washington trate de erigirse como referencia moral en materia de derechos humanos, cuando mantiene operativa la cárcel de Guantánamo y realiza acciones militares unilaterales contra otras naciones, precisó.
El diplomático advirtió que su país ha sido objeto del más descarado intervencionismo extranjero, con sanciones coercitivas unilaterales por parte del gobierno de Estados Unidos y de otros que pretenden bloquearlo económica y financieramente.
Incluso nos han amenazado con una intervención militar, señaló en alusión a un discurso del presidente Donald Trump en el cual aseguró que todas las opciones estaban sobre la mesa.