Bogotá / Prensa Latina
Partidos independientes y opositores en Colombia rechazaron hoy la intención del Gobierno de modificar el Acuerdo de Paz mediante el llamado Pacto Nacional.
El presidente Iván Duque inició la víspera reuniones con líderes de partidos afines a su administración e independientes con el fin de buscar consenso para impulsar cambios en temas como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la participación política de los miembros de la FARC.
El primer encuentro fue con el expresidente Álvaro Uribe, líder del gobernante partido Centro Democrático, partidario de derogar la JEP y de que los congresistas de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) pierdan sus curules hasta tanto no se haga un proceso de justicia con ellos.
Este martes en entrevista con La W Radio de Colombia, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, admitió que el anunciado Pacto Nacional busca ‘ajustar’ aspectos del acuerdo de paz.
‘Está planteado sobre la mesa la necesidad de hacer unos ajustes’, afirmó.
Frente a la propuesta de Uribe de limitar la participación política de la FARC, la jefe de la cartera política expresó que esa idea la defendió Duque en la campaña presidencial ‘y es una alternativa’, acotó.
Sin embargo, la intención del Gobierno de modificar el Acuerdo de Paz no tiene el beneplácito de partidos independientes, como el Liberal y Cambio Radical, invitados también por Duque ayer a la Casa de Nariño (sede de la presidencia).
Al término de la reunión el expresidente colombiano y jefe del Liberalismo, César Gaviria, señaló el compromiso indeclinable de su partido con el Acuerdo de Paz.
Asimismo los partidos independientes y los de la oposición que no fueron invitados al Palacio de Gobierno criticaron que las fuerzas defensoras del Acuerdo de Paz y que la FARC como firmante de ese documento no fueran invitados a un llamado Pacto Nacional sobre el tema.
También cuestionaron que se desconozcan los fallos judiciales tomados por la JEP en el caso del excomandante de la FARC Jesús Santrich y que se esté dando una imagen de crisis institucional en el país que no existe y solo busca impulsar medidas excepcionales para demoler el Acuerdo de Paz.