Puerto Príncipe / Prensa Latina
La plataforma haitiana Nou pap Domi (No dormiremos) rechazó el proyecto de la OEA para combatir la corrupción en Haití y cuestiona su alianza con líderes salpicados en casos de desfalco al Tesoro.
La organización, que se ha caracterizado por su crítica a la gestión del presidente Jovenel Moïse, y su presunta implicación en malversación de fondos, aseguró que el Gobierno carece de legitimidad para crear una comisión de lucha contra la impunidad y la inmunidad, tras un informe del Tribunal de Cuentas.
Para Nou pap Domi cualquier iniciativa de entidades internacionales o embajadas que no tenga en cuenta la voz del pueblo está condenada al fracaso.
Recordó las experiencias de las misiones para el establecimiento de la paz en Haití de Naciones Unidas, que tras 15 años fueron incapaces de cambiar la situación del país, particularmente en el campo de los derechos humanos, aseveró.
‘La Organización de Estados Americanos debe tratar a Haití como a todos los demás miembros de la organización con honor y respeto por las demandas del pueblo haitiano comprometido con la democracia, la transparencia y la participación’, señaló esta estructura.
El proyecto del organismo internacional nombrado Fortalecimiento institucional para combatir la corrupción en Haití, que debe ser implementado en cuatro años por la Unidad Central de Inteligencia Financiera, la Unidad Anticorrupción y la Corte Superior de Cuentas y Procedimientos Administrativos, entre otras instituciones, cuenta con un financiamiento de unos 18 millones de dólares.
Este año, varias organizaciones criticaron las intromisiones de la OEA, y de parte de la comunidad internacional, en los asuntos internos de la nación caribeña, mientras cuestionaron su apoyo al Gobierno.
En junio último movimientos progresistas rechazaron la visita de una delegación de ese organización, e indicaron que su propósito es perseguir y aislar a los gobiernos progresistas, lo que cada vez más la convierte en una oficina, ‘para ejecutar los planes más vergonzosos del imperialismo’.
En ese entonces, el exembajador de Estados Unidos ante la OEA Carlos Trujillo arribó a Haití, con el alegado propósito de facilitar el diálogo entre el presidente Jovenel Moise y los sectores que piden su renuncia.
A propósito de esa visita Camille Chalmers, portavoz del partido Rasin Kan Pep la, dijo a Prensa Latina que el pueblo de Haití no quiere esta injerencia, ‘no quiere una solución fabricada en Washington, y no quiere aceptar que la OEA nos diga lo que tenemos que hacer con nuestros países’.