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Recobrar la memoria histórica para fortalecer el Estado

José Guillermo Mártir Hidalgo

La memoria es la capacidad de adquirir, malady almacenar y recuperar información. Hay tres tipos de memoria: La Memoria Sensorial, illness que es la habilidad de retener impresiones de información sensorial después de que el estímulo original haya cesado. La Memoria a Corto Plazo, cialis conocida como “memoria primaria” o “memoria activa”. Es la capacidad para mantener en mente de forma activa una pequeña cantidad de información, de modo que se encuentre inmediatamente disponible durante un corto periodo de tiempo. Y la Memoria a Largo Plazo, también llamada “memoria inactiva” o “memoria secundaria”. Es un tipo de memoria que almacena recuerdos por un plazo de tiempo que puede prolongarse desde unos pocos días hasta décadas, sin que se reconozca límite alguno de capacidad o duración. Sin memoria seríamos incapaces de percibir, aprender o pensar. Sin recuerdos sería imposible saber quiénes somos y nuestra vida  perdería sentido. La memoria es parte integrante de la propia identidad1.

HISTORIA CIENTÍFICA, MEMORIA SOCIAL Y MEMORIA HISTÓRICA

La Memoria Histórica preserva  la identidad y continuidad de un pueblo. La Memoria Histórica es un concepto ideológico e historiográfico, para nombrar el esfuerzo consciente de los grupos humanos por encontrarse con su pasado, real o imaginario, valorarlo y tratarlo con respeto2. El antropólogo social salvadoreño, Carlos Benjamín Lara Martínez, distingue entre historia científica, memoria social o colectiva y memoria histórica3.

La historia científica es una reflexión sistemática y especializada sobre el pasado. Tiene como objeto mantener una visión de totalidad y sostener una posición de relativa neutralidad. En cambio la memoria social o colectiva, es una interpretación que sujetos sociales realizan sobre su propio pasado. Éste discurso no pone atención y otorga poca importancia a fechas y periodos en que suceden los acontecimientos. La memoria social o colectiva no tiene interés en la neutralidad, ya que los sujetos sociales toman partido por una orientación determinada. La memoria histórica tiene un discurso de carácter híbrido, toma como base las características propias de la memoria social o colectiva, pero, incorpora conceptos y planteamientos de las ciencias sociales. El discurso de la memoria histórica se construye, por la influencia de un discurso de la política y de un discurso sobre la política. Ésta concepción exige que el investigador tome en cuenta el nivel local, nacional y global. Por lo que es fundamental conocer la sociedad donde se construye el discurso histórico, ya que la dinámica de la sociedad condiciona el discurso. El discurso de la memoria histórica es un hecho social total, condicionado por la dinámica de la estructura social y la cultura de una sociedad determinada. Y al mismo tiempo, condiciona el funcionamiento de la sociedad y la cultura de la que forma parte.

Para el politólogo y sociólogo español, Pedro A. García Bilbao, la memoria histórica es un recuerdo colectivo con alusión vertida al presente, por el valor simbólico de las acciones colectivas vividas por un pueblo en el pasado. El recuerdo debe incluir una reflexión sobre las circunstancias que causaron o motivaron los hechos pasados4. García Bilbao considera que hay dos tipos de memoria histórica: la de las clases dominantes y la de los pueblos. Según la historia oficial, solo los poderosos parecen tener memoria histórica. Ellos compelen que se recuerde el resultado final, “quien se enfrenta a nosotros sucumbe y traerá desgracia para él y los suyos”. La memoria histórica de los oprimidos, es peligrosa a las clases dominantes. Pues es un instrumento para identificar las causas de su opresión.

Se dice que la memoria histórica es una expresión de rencor y odio anclados en el tiempo. Aunque, para decir verdad, la memoria histórica puede facilitar  rebasar el pasado y aprender lo bueno que los seres humanos han sido capaces de hacer. Sin memoria histórica la humanidad está condenada a vivir cada día el mismo sufrimiento. La recuperación de la memoria histórica es el primer paso para recuperar nuestro futuro.

Como indica el periodista español Enric Llopis, la historia de Europa en el Siglo Veinte estuvo marcada por dos guerras mundiales. Tales sucesos provocaron un “trauma” a la sociedad europea5. Según el historiador español Julián Casanova, después de la Segunda Guerra Mundial se suscitó una violencia retributiva y vengativa de aliados y soviéticos, provocando cientos de miles de víctimas6. Ésta mencionada violencia permaneció oculta.

En los primeros años de la posguerra, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial disminuyeron las sentencias condenatorias y pronto llegaron las amnistías.  Para mil novecientos cuarenta y ocho, ya había concluido el castigo de los nazis.  Los países europeos adoptaron, entonces,  una estrategia política: El “Pacto de Silencio”. De ésta manera, los horrores  de la Segunda Guerra Mundial aparentaron sumirse en el olvido. El modelo basado en el olvido se reorientó hacía el recuerdo, a preguntas de lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial y en la posguerra, por generaciones jóvenes de Alemania, Francia e Italia. Se rechazó la idea de “cierre” del pasado traumático y mirada al futuro. Apareció un revisionismo historiográfico, que la derecha europea ha usado como arma de propaganda.

En España se negó, por la represión franquista posterior a mil novecientos treinta y nueve, el conocimiento crítico de su pasado reciente. Los vencidos en la guerra civil no recuperaron el derecho a la ciudadanía hasta después de mil novecientos setenta y cinco. Principalmente, los republicanos que fueron deportados a campos de concentración y exterminio nazis. El revisionismo historiográfico español, maquilló de una manera particular la dictadura de Franco. Llopis esboza puntos de conflicto entre los diferentes modos de entender la memoria histórica. Por un lado, el trabajo de los historiadores y, por otro, los recuerdos y memorias de familiares, herederos y otros actores. También se da un notable contraste entre la tarea de los investigadores y, el uso político y mediático de la historia.

MEMORIA HISTÓRICA EN EL MARCO DE UN CONFLICTO INTERNO

Ángela Patricia Aguirre Jiménez, asesora en temas de género y derechos humanos, de nacionalidad colombiana, explica que en el marco de un conflicto armado interno la reconstrucción del pasado es base para la construcción de la memoria colectiva de un país. La creación y permanencia en el tiempo de ésta memoria permite a una sociedad o grupo tener conocimiento de sí mismo, su historia y sus representaciones. Se vuelve al pasado con sentido compartido de ciertos eventos, que van constituyéndose parte fundamental de su identidad7.

Aguirre Jiménez considera que es derecho de todos conocer la verdad de lo ocurrido como garante de no repetición de los hechos. La memoria histórica es una herramienta para establecer parámetros de reparación, que coincidan con la realidad vivida y daños ocasionados. Uno de los elementos más importantes para la construcción de la memoria colectiva son los testimonios y vivencias de las víctimas. Habrá víctimas que quieren olvidar y seguir adelante y otras, que prefieren afrontar y elaborar la experiencia vivida de forma colectiva, para compartirla y hacerla del dominio de todo el mundo. La memoria histórica debe hacerse llegar a toda la población de acuerdo con las diferentes generaciones. Para la primera generación, los adultos mayores, debe acercarse mediante estrategias inteligentes como propaganda, monumentos, recordatorios y objetos. Para la segunda generación, niños y jóvenes, deben acercarse mediante la educación. Y para la tercera generación, adultos entre treinta y cinco y sesenta años, por medio de la educación y estrategias ingeniosas.

Para el psicólogo social de origen español, José Guillermo Fouce Fernández, para recuperar la memoria histórica es necesario cavar hondo para recuperar muchas víctimas, el recuerdo y la dignidad. Sentencia que los derechos humanos vulnerados deben restaurarse, con la memoria de lo acontecido y la recuperación de los enterrados para brindarles una sepultura digna. En las experiencias de tortura los daños hacía la víctima, familiares y entorno próximo en los ámbitos físico, psicológico y relacional, convierten a la memoria histórica en un instrumento de reconstrucción del tejido social, en una búsqueda de sentido a la violencia sufrida y apoyo a víctimas y familiares8.

Señala que una de las situaciones más duras de afrontar en la vida es la pérdida de un ser querido. La violencia organizada bloquea la posibilidad de elaborar el duelo, aumentando la desconfianza entre las personas y re experimentando el trauma. Y allana el camino al duelo patológico emergiendo sentimientos de culpa, hostilidad y cambios profundos de personalidad. La represión política provoca un sufrimiento intenso calladamente, donde el tiempo no hace olvidar, pero, bloquea las posibilidades de “lavar” las heridas y restaurar la dignidad. Hay que recuperar la memoria recuperando a las víctimas. Es una labor terapéutica y de justicia devolverles la dignidad que quisieron arrebatarle asesinos y torturadores. Si la herida física se cierra antes de ser limpiada y expulsar impurezas, provoca una infección interna. Asimismo, recuperar la dignidad y el reconocimiento social a las víctimas implica, volver a abrir la herida para extraer la infección interna. Recuperar la memoria es recuperar la identidad de las víctimas.

LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS Y LA REPARACIÓN SOCIAL

En El Salvador, la amnistía emitida el veinte de Marzo de mil novecientos noventa y tres cerró las heridas provocadas por el conflicto interno antes de tiempo. Por eso El Salvador vive una infección interna exteriorizada en la violencia de las pandillas, la corrupción, el narcotráfico y la anarquía en general.

Fouce Fernández ratifica que para recuperar la memoria histórica hay que recuperar a las víctimas. De la misma manera, Aguirre Jiménez considera que la memoria histórica es una herramienta para establecer parámetros de reparación. El Estado Salvadoreño ha descartado  restaurar la dignidad y el reconocimiento social a las víctimas. Por tal razón la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha condenado al Estado Salvadoreño. La sentencia por el caso de las hermanas Erlinda y Ernestina Serrano Cruz se convirtió en la primera condena internacional en contra del Estado Salvadoreño, por causa de violación de los derechos humanos. La sentencia fue conocida en Marzo de dos mil cinco. Las hermanas Serrano Cruz desaparecieron el dos de Junio de mil novecientos ochenta y dos. El Estado Salvadoreño continúa incumpliendo la sentencia, por la persistente inactividad  de las autoridades gubernamentales y muchas medidas siguen sin cumplirse9.

La resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del veinticinco de octubre de dos mil doce afirma, que el Estado Salvadoreño es responsable de las ejecuciones perpetradas por la Fuerza Armada en masacres cometidas del once al trece del Diciembre de mil novecientos ochenta y uno, en el Caserío El Mozote, en el Cantón La Joya,  en los caseríos Ranchería, Toriles, Jocote Amarillo, en el Cantón Cerro Pando y Cueva del Cerro Ortiz. La respuesta del Estado Salvadoreño en cumplir la sentencia ha sido tardía. El diecinueve de Febrero de dos mil dieciséis, en cumplimiento con dicha sentencia, Florentín Meléndez, Magistrado de la Sala de lo Constitucional, entregó las primeras osamentas de las víctimas de esas masacres a sus familiares. Según las pruebas genéticas, los restos pertenecen a Higinio Díaz Márquez, Gregorio Sánchez y Priscila López10.

Por tanta podredumbre en el país, solo la solicitud de extradición de militares ligados al asesinato de los jesuitas, por parte del Juez de la Audiencia Nacional Española, Eloy Velasco, ha estremecido toda nuestra  institucionalidad, principalmente, por los apremios de la extrema derecha. Es un hecho que el olvido no ha derivado en la construcción de un Estado fuerte, sino, todo lo contrario. Es hora de recuperar nuestra memoria histórica.

1- La memoria humana. En: http://blogdepsicologia2bach.blogspot.com/

2- Memoria Histórica. En: https://es.wikipedia.org/wiki/Memoria_historica

3- Lara Martínez, Carlos Benjamín. Memoria Social y Memoria Histórica. En: http://www.contracultura.com.sv/memoria-social-y-memoria-historica

4- García Bilbao, Pedro A. Sobre el concepto de memoria histórica. En: https://dedona.wordpress.com/2010/01/01/sobre-el-concepto-de-memoria-historica-pedro-a-garcia-bilbao/

5- Llopis, Enric. La guerra, el trauma y la memoria. En: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=211611

6- Llopis, Enric. Opus Citatum.

7- Aguirre Jiménez, Ángela Patricia. ¿Por qué es importante la memoria histórica en Colombia? En: www.urosario.edu.co/revista-nova-et-vetera/Vol-1-Ed-3/Cultural/¿Por-que-es-importante-la-memoria-historica-en-Col/

8- Fouce Fernández, José Guillermo. Recuperación de la Memoria Histórica desde la psicología. En: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2652430.pdf

9- Flores, Magdalena. Estado Salvadoreño continúa incumpliendo en caso Serrano Cruz. En: www.archivoscp.net/2008-2012/index.php/sociedad/89-derechos-humanos/2416-noticias-de-el-salvador-contrpunto

10- Agencia Alemana de Prensa (DPA).Entregan primeros restos de víctimas de masacre de el Mozote. En: http://www.lapagina.com.sv/nacionales/114777/2016/02/19/Entregan-primeros-restos-de-vitimas-de-la-masacre-de-El-Mozote.

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