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En la presentación del libro Rocogiendo Cadáveres, del autor Miguel Ángel Chinchilla, en la biblioteca César Brañas, Guatemala, 6 de agosto 2024. Fotos Cortesía

Recogiendo cadáveres: una mirada literaria a la muerte de Monseñor Romero

Ana Lucía Mendizábal

Un disparo directo al corazón terminó con la vida y misión del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, el 24 de marzo de 1980. Esa única bala puso fin a la historia del hombre que, siendo religioso desde muy joven, vivió una transformación de conciencia que marcó su destino. En su libro Recogiendo cadáveres, Miguel Ángel Chinchilla Amaya muestra cómo Romero transitó, empujado por la realidad, un camino que lo llevó de ser un sacerdote muy tradicional y apegado a las convenciones a un arzobispo comprometido con la defensa de los derechos de los oprimidos.

El título del libro es inspirado en la descripción que el propio Romero hacía de la más dolorosa de las tareas que le tocó ejercer. “Vivo recogiendo cadáveres”, decía el religioso a sus allegados, e incluso a la prensa. Entre las víctimas de la violencia se contaban, por supuesto, los innumerables miembros del clero que en esos tiempos fueron ejecutados tanto por el ejército de su país como por los extremistas.

El libro de Chinchilla se divide en cuatro capítulos. En ellos, el autor relata desde los inicios de la carrera de Romero, en 1943, cuando llega a su país natal, luego de haber sido ordenado sacerdote, en medio de una realidad geo política marcada por la Segunda Guerra Mundial. Es en ese mismo año cuando el autor ubica el nacimiento de Roberto D’Abuisson, hijo de un hombre violento que pronto cae en el alcoholismo y se lleva consigo la economía y estabilidad de la familia. Desde pequeño, el niño muestra rasgos de indisciplina, rebeldía y maldad. Con el tiempo, el padre muere, su madre debe asumir la salvación económica de la familia y Roberto, ya entrado en la adolescencia, se dirige hacia las filas militares, donde le encuentra sentido a su carácter impulsivo y violento.

Al centro el escritor, poeta y periodista Miguel Ángel Chinchilla, en la biblioteca César  Brañas, Guatemala. Fotos CortesíaChinchilla define claramente las características de sus personajes, uno entregado a una misión en defensa de los pobres, y el otro, dispuesto a marcar con violencia los límites que convienen a los intereses de los poderosos. El escritor Eduardo Blandón escribe en el prólogo de la obra: “Ambos tienen una lectura política propia. Romero, fundada en la ternura, que incluye a los pobres; Roberto, modelada según la doctrina que los excluye. El clero oscilará entre el uno y el otro. Así, hay afines a la retórica fuerte como Monseñor Marco René Revelo, el vicario castrense Eduardo Álvarez, Monseñor Pedro Arnoldo Aparicio, Monseñor Clemente Barrera y Pedro Antonio Pineda; y otros, al servicio de los pobres, como Jon Sobrino, Ignacio  Ellacuría y Rutilio Grande”.

Romero va a encontrar contradicción entre las convenciones eclesiásticas de los más conservadores y la realidad que le rodea. Sin embargo, aún permanecen en él convicciones que le provocan enfrentamientos con los jesuitas.

La carrera de Roberto avanza, a pesar de sus desmanes, y lo va ubicando cada vez más alto en posiciones de poder. Las acciones de Romero, primero como obispo y luego como arzobispo, lo ponen en la mira del militar que rápidamente lo identifica como un peligro para los objetivos de opresión de los gobiernos a los que sirve.

También Romero asciende y, para enojo de las élites, llega a ser nombrado arzobispo. Como lo señala Blandón, lejos de idealizar a Romero el autor lo pinta muy humano. “Debe destacarse que la idea de santidad del autor no es espiritualista, esto es, la del asceta que percibe maldad en la materialidad del mundo. Más bien es la de quien desciende del monte y en la llanura se vuelve parte de la comunidad. El santo es un tipo de trasgresor que desde la periferia adora a Dios en los pobres”.

Aunque la historia real es cruda, el libro al final, ofrece al lector, a través de la ficción, una forma de justicia implícita en la agonía del victimario, en donde se enfrentará, con muchas de sus víctimas.

 

Esta obra, publicada por Ediciones Amate Vos, de El Salvador, se presentará el martes 6 de agosto, a las 10:00 horas, en la Biblioteca César Brañas, ubicada en la 6ª calle 0-60, Zona 3.  La publicación del libro se da en el marco del 107 aniversario del natalicio de San Romero (15 agosto 1917). En el evento participarán el escritor y docente universitario Eduardo Blandón, el narrador y periodista Juan Antonio Canel, y el autor.

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