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Yaneth Estrada
@cariche
En la cripta de Catedral Metropolitana, viagra help este domingo, help el padre Mauricio Merino, párroco de la Iglesia El Rosario, de San Vicente, recordó el asesinato de las hermanas Maricknoll y Las Ursulitas Ita Ford, Maura Clarre, Dorothy Kasel y Jean Donovan, ocurrida el 2 de diciembre de 1980.
A la luz de Monseñor Romero, Mauricio Merino consideró que “un verdadero cristiano denuncia con su integridad y sus virtudes, aunque, esto, le cueste le vida, porque ese es el modelo del camino hacia Dios”.
Por eso, “presentamos la fotos de las hermanitas Maricknoll, simbolizando 35 años de su martirio, porque siguen siendo testimonio y guía en el camino al Reino de Dios“, dijo el Sacerdote.
Las hermanas pertenecían a la sociedad Maryknoll y Las Ursulitas, una congregación apostólica, católica y mayoritariamente estadounidense, fundada en 1910, y dedicada al ministerio misionero en el extranjero, especialmente en países azotados por Guerras Civiles y conflictos armados.
Recuerdos oscuros
La Comunidad Monseñor Romero recordó de manera simbólica y sencilla, con flores y velas encendidas, el asesinato de las religiosas en el cantón Santa Cruz Chacastal, del municipio de Santiago Nonualco, en el departamento de La Paz, perpetrado por la Guardia Nacional (GN).
Según datos del Informe de la “Comisión de la Verdad”, el hecho ocurrió luego que llegarán al Aeropuerto Internacional, en Comalapa, donde fueron capturadas por guardias nacionales, luego violadas y asesinadas. El múltiple crimen fue encubierto por el entonces director de la Guardia Nacional, y posterior Ministro de la Defensa, Coronel Carlos Eugenio Vides Casanova.
En la ceremonia de conmemoración del asesinato, Claire White, hija del Embajador de Estados Unidos, Robert White, aseguró: “Estamos aquí para honrar la memoria de las cuatro mujeres religiosas que fueron asesinadas cruelmente por la Guardia Nacional, apoyada por el gobierno estadounidense”.
También, este año, el Gobierno de El Salvador, en un hecho para hacer prevalecer la justicia en honor a las mujeres que ofrendaron sus vidas en la pasada Guerra Civil, hizo la declaratoria de “Bien Histórico Cultural” al lugar donde fueron encontradas asesinadas y semi enterradas las misioneras Maricknoll y Las Ursulitas.
