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Yaneth Estrada
@caricheop
“Dios escucha al pueblo oprimido, al huérfano y a la viuda, es decir, a los más desvalidos de la sociedad”, fueron las palabras de la primera lectura para comenzar la liturgia eucarística este domingo en la Cripta de Catedral Metropolitana.
Mientras que en la mesa de ofrendas se recordó al padre Gerardo Potter, quien llegó desde Alemania y que dedicó su vida a lograr el bien común y el respeto de los derechos humanos de la niñez marginada en San Salvador. También a Herbert Anaya simbolizando la entrega de su vida a la defensa de los derechos humanos de los débiles, oprimidos, asesinados o desaparecidos. También a Rosa María Anaya quien recientemente recibió el premio Hillary Clinton por ser desde su juventud fiel defensora de los Derechos Humanos en temas de migrantes, equidad de género, medio ambiente, música y comunicaciones.
Por su parte, padre Cruz Alberto Martínez, de la parroquia San Antonio de Soyapango instó a recordar a monseñor Óscar Arnulfo Romero y a imitarle en su forma de actuar en nuestra realidad, luchando por las reivindicaciones en materia de derechos humanos y con un evangelio a favor de los más necesitados.
Es así como a monseñor Romero (primer santo salvadoreño) se le reconoce como un precursor en la lucha y defensa de los Derechos Humanos en América Latina, ya que durante mucho tiempo, a la oficina del arzobispado de San Salvador acudía muchísima gente para denunciar las diferentes violaciones de los derechos humanos que habían sufrido por la dictadura militar.
Injusticia y represión
La injusticia que había llevado a que las llamadas “catorce familias” tuvieran la mayor parte de las tierras y de la riqueza del país, condenando al empobrecimiento y al hambre a las mayorías populares del país, excluidas, invisibilidad, explotadas y reprimidas por la Policía Nacional, Policía de Hacienda, la Guardia Nacional y Batallones de Reacción Inmediata, adiestrados por Estados Unidos. “Es por esto que nosotros debemos iluminar a nuestros pueblos, siendo agentes de luz en medio de este ambiente tan conflictivo. Hoy América Latina esta con grandes manifestaciones sociales y lo vemos en Chile, Ecuador, Perú, Bolivia, con elecciones en Argentina, en Uruguay, y debemos estar unidos con estos pueblos de América Latina y con el pueblo salvadoreño que hoy amanece sin agua”, dijo el dirigente católico.
Igualmente, el padre Cruz destacó que durante la segunda canonización de monseñor Romero, la ONU lo reconoce como el máximo defensor de los Derechos Humanos a nivel mundial, “y eso es un honor y un orgullo, algo histórico porque fue una organización laica que retoma a la figura de monseñor Romero como símbolo de justicia, verdad y voz de las víctimas”.
Monseñor Óscar Arnulfo Romero fue un sacerdote de El Salvador, el cuarto arzobispo de la metrópoli y un firme defensor de los derechos humanos. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba una misa, un hito que para muchos desencadenó la guerra civil en el país que duró doce años y dejó tras de sí unos 100.000 muertos.
El 14 de octubre de 2018 el papa Francisco lo canonizó, convirtiéndole así en el primer santo de El Salvador. Su figura da nombre a este premio.
