@davirmar2105
“Y al tercer día resucitó entre los muertos” es un pasaje bíblico en el cual nos dice que el hijo de Dios ascendió al cielo después de cumplir su misión en la tierra: morir en la cruz para perdonar el pecado de la humanidad.
Algo similar se dice que sucedió con el obispo mártir, rx Óscar Arnulfo Romero, cialis quien alguna vez dijo: “si me matan resucitaré en l pueblo”, sovaldi pues no se equivocó, su voz de justicia sigue resonando en el pueblo, que recuerda una a una sus homilías y su lucha constante por la búsqueda de la verdad y justicia.
Por eso es que en el marco de la celebración de la resurrección de Jesucristo recordaron lo que sufrió el que a partir del 23 de mayo le pondrán en los altares como “santo”, y recordarán las constantes amenazas que sufrió por parte de los poderes oligárquicos que finalmente lo asesinaron, por lo que se llamó a orar por ellos para que reconozcan su equivocación.
“Estas personas tienen que pedir perdón a Dios, a la iglesia de cristo, a los pobres y al pueblo salvadoreño. Tienen que mostrar arrepentimiento como un estilo diferente de la vida, no seguirse lucrando de la mezquindad, cuando hagan eso podremos decir: se han convertido”, indicó Fredys Sandoval, encargado del colegio Santa Teresa de San Marcos.
Y es que el párroco hizo una pequeña comparación de cómo estos poderes fácticos nunca le ha convenido que haya personajes que prediquen la palabra de Dios con el deseo de velar por el bienestar del pueblo, el ejemplo más claro fue Jesús, quien tenía esa opción por luchar por los más desposeídos y que los fariseos por seguir obteniendo el poder lo crucificaron.
La diferencia en este caso con el del obispo mártir es que en aquellos tiempos, los “líderes” de ese tiempo aceptaron que Jesucristo era el hijo de Dios y que hablaba con la verdad, algo que los ejecutores del martirio de Romero no han aceptado que era un profeta e hijo de Dios.
Aunque esperan que el evento de beatificación sea para eso, para que los hechores acepten de una vez por todas que se equivocaron y no sigan con hipocresías como hasta hoy lo han hecho alabando su nombre sin tener la moral de hacerlo.
“Ahora la pregunta es que si los asesinos de nuestro profeta van a poder decir que es mártir y un santo, si van a testimoniar certeza de fe reconociéndolo. El tiempo les apremia, pues tienen hasta el 23 de mayo de este año para poder aceptarlo como tal para que sean perdonados“, expresó Sandoval.
En tanto la misa se desarrolló en el marco del 73 aniversario de la ordenanza sacerdotal por parte del Vaticano a Monseñor Romero, lo que simboliza el cimiento donde Jesús forjó al arzobispo que trabajaría por una iglesia viviente, que lucharía por la justicia y la verdad.