Redacción Nacionales
El domingo 14 de julio, en la Parroquia tecleña “Nuestra Señora de Guadalupe”, la Asociación de Comunidades de Base Monseñor Romero (ACOBAMOR), con la asistencia de las comunidades, se conmemoró el martirio del sacerdote Padre Rafael Palacios.
Las comunidades de El Triunfo, La Florida, El Limón, El Sacazil, Jardines de Colón y Las Mesas, recordaron al padre Palacios asesinado por su opción preferencial por los pobres en la Parroquia de Santa Tecla el 20 de junio de 1979 por un Escuadrón de la Muerte.
La conmemoración inició con una peregrinación alrededor de la iglesia con 5 estaciones dedicadas a la niñez, la juventud, a las mujeres, a los adultos mayores y a la agroecología, destacando la difícil situación que enfrenta el pueblo salvadoreño por las decisiones de la dictadura de Nayib Bukele y que se están instalando con mucha agresividad en el país.
En esta actividad se presentó el el Padre Trini, amigo de Rafael, Piquín, cantautor del corrido a Rafael, Carlos “Oso” Osegueda, del histórico conjunto de Los Jilgueros y jóvenes músicos de la parroquia.
Durante toda la peregrinación se cantó el corrido a Rafael y se denunció el genocidio que comete el régimen sionista de “Israel” con el apoyo de los EEUU y la Unión Europea contra el pueblo de Palestina, cuna de Jesús de Belén.
Además hubo, antes de la misa, a las 9 de la mañana, una presentación de teaatro de los niños y niñas de las comunidades, donde se presentó la vida y muerte del padre Rafael.
En esta conmemoración se recordó una refelxión de Luis Van de Velde, del 30 de mayo de 2022, en la que él comenta como cuando estaba en Belgica, se conoció la muerte del padre Octavio Ortiz y que este suceso fue la llamada para retornar a El Salvador.
Y agregó que “ el día después de mi retorno, el 20 de julio de 1979, participé concelebrando con Monseñor Romero y varios sacerdotes en la eucaristía de los 40 días del martirio del Padre Rafael Palacios. Estos dos mártires marcaron el inicio de mi segundo período en la arquidiócesis de San Salvador”. A Rafael no lo conoció de cerca, dijo, solo lo vio algunas veces en reuniones, en “La Nacional”, reflexionando sobre la realidad que vivía el pueblo y los desafíos del seguimiento a Jesús.
La “Nacional” era una agrupación de sacerdotes que estudiaban la Biblia, así como los documentos de Puebla y Medellín.
Rafael Palacios, como otros sacerdotes de su generación, vivieron una profunda conversión a partir de la dinámica del Concilio Vaticano II y habían sido formados en el modelo eclesial preconciliar.
El padre Palacios fue ordenado el 26 mayo 1963 y se dejó transformar por el Espíritu del Señor que iba abriendo ventanas y puertas en la Iglesia, por lo que se dieron los primeros pasos en la renovación litúrgica, y en una nueva lectura y comprensión de la Biblia también desde la realidad histórica del pueblo pobre.
Después del asesinato de Padre Octavio Ortiz, Rafael fue nombrado encargado de la parroquia de San Francisco, Mejicanos. Y había visto que muchas prácticas devocionales tradicionales no llevan al seguimiento de Jesús.
Quiso abonar a la maduración de la fe. Creía en el modelo eclesial de las comunidades de de la Iglesia, Pueblo de Dios en camino, así como Medellín lo había planteado.
Por lo que recurriendo a palabras actuales del Padre J.A Pagola la vida del Padre Rafael Palacios recuerda que no se puede dejar de ser: “Una Iglesia fiel a Jesús que está llamada a sorprender a la sociedad con gestos públicos de bondad, rompiendo esquemas y distanciándose de estrategias, estilos de actuación y lenguajes agresivos que nada tienen que ver con Jesús, el Profeta que bendecía a las gentes con gestos y palabras de bondad”.