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Alberto Romero de Urbiztondo @aromero0568
El sábado 26 de enero se clausuró la III Edición del Diplomado de Laicidad del Estado, Género y Democracia, un esfuerzo de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, el Centro de Estudios de la UES y el Movimiento por una Cultura Laica. Desde 2016 se desarrolla este esfuerzo formativo del cual ya han egresado 127 personas, el 85 % mujeres. Durante 60 horas de clases presenciales se han abordado los principios filosóficos que sustentan el carácter laico del Estado, su nacimiento y desarrollo histórico en el mundo y en nuestro país, así como su implicación en ámbitos centrales de nuestras vidas: la libertad de pensamiento, el carácter laico de la educación, la autonomía del Estado respecto a las iglesias o el rechazo a la imposición de códigos morales religiosos a toda la ciudadanía.
Las organizaciones que impulsan este esfuerzo de educación ciudadana tomaron conciencia de que en la actualidad estábamos retrocediendo en estos principios básicos de la democracia. Debates políticos centrales en nuestro país, a mediados del siglo XIX, cuando se consolidaba el estado nacional, estaban totalmente ausentes de las agendas actuales de partidos políticos y sus líderes, así como de las plataformas políticas de los candidatos presidenciales. Desde la Constitución de 1883 está garantizada la educación laica en la Escuela Pública, donde hoy vemos cómo se realizan celebraciones de contenido religioso y algunos educadores hacen proselitismo de sus creencias. Ya la Constitución de 1841 declaraba que ningún eclesiástico podía ejercer un cargo de elección popular y en estos días vemos cómo aún es tema de debate. En 1881 se celebró el primer matrimonio civil y en nuestro país aún se niega este derecho a parejas del mismo sexo.
La realización de este Diplomado está contribuyendo a dotar a empleados públicos, defensoras de derechos de las mujeres, académicos y trabajadores de organizaciones no gubernamentales, de conocimientos para entender la importancia del carácter laico del Estado en nuestra sociedad, exigiendo su cumplimiento.
