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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
Soledad García Muñoz, Relatora Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales, de la CIDH, presentó el informe: “Pobreza, Cambio Climático y DESCA en Centroamérica y México, en el contexto de Movilidad Humana”, en el que invita a los Estados de las Américas no solo a cumplir con sus obligaciones, sino a garantizarlas.
Los “DESCA” son los derechos relacionados con la satisfacción de las necesidades básicas de las personas, como al salud, educación, agua, saneamiento, vivienda digna, trabajo y seguridad social, entre otros. Y en este marco, señaló la Relatora, la falta de garantía de estos derechos y que justamente se encuentran entre los factores del “movimiento migratorio” en Centroamérica y México.
“En cuanto al fenómeno de la movilidad humana se ha establecido que los Estados de origen deben observar las obligaciones generales referentes a la materia y, en particular, su deber de prevención, lo cual requiere generar y asegurar las condiciones para que sus personas nacionales no se vean forzadas a migrar”, señaló.
“Así como, subsanar las causas generadoras de los flujos migratorios. Al respecto cabe destacar que el propósito del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, es justamente el mitigar factores adversos y estructuales que impiden a las personas labrarse y mantener medios de vida sostenibles”, acotó Muñoz.
En cuanto a El Salvador, dijo que “observa con preocupación como los niveles de pobreza y desigualdad en el país, especialmente en las áreas rurales constituyen un obstáculo para la garantía del derecho a la salud y otros DESCA”.
La relatora señaló que esto provoca que la “pobreza” sea una de las principales causas subyacentes de la “movilidad humana”. No obstante, los planes implementados por el Estado salvadoreño que incluye el Plan de Desarrollo y Potección Social (2019-2024) y la Estrategia de Erradicación de la Pobreza, que según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), reportó para 2021 , “la pobreza monetaria alcanzaría al 24.6%” de los hogares. Mientras que la pobreza extrema rondaría el 7.8%, y agregó que el 27% de los hogares vive en “pobreza multidimensional” en donde la mayoría se encuentra en la zona rural.
“De acuerdo con información oficial, para 2022 el 26% de los hogares han sido catalogados en pobreza multidimensional, equivalente a 515 mil hogares en los que residen 1 millón 852. 870 personas, con un 15.8% para el área urbana y un 42% para el área rural, cifras a las que habría habido una reducción si se compara a niveles de 2019”, acotó.
“Según la EHPM 2022, preliminar, a nivel nacional un 26.6% de los hogares se encontraba en pobreza extrema, mientras que el 18.1% se encontraba en pobreza relativa. 29.6% de hogares del área rural se encontraba en pobreza de los cuales 10.8% estarían en pobreza extrema y el 18.8% en pobreza relativa. Mientas en el área urbana un 24.9% de hogares en pobreza, el 7.3% pobreza extrema y un 17.6% pobreza relativa”, indicó Muñoz.
Sobre el tema de la “movilidad humana”, la REDESCA ha tomado nota que aunque el Estado salvadoreño señaló que existe una “disminución en los flujos de emigración y en los de población retornada”, este fenómeno deberá seguir siendo “prioridad máxima para El Salvador”.
“Esto a razón de que el Estado deber garantizar la protección de los DESCA a todas las personas bajo su jurisdicción, y así no sólo cumplir con sus obligaciones internacionales en la materia, sino contribuir a que las personas no se vean obligadas a migrar”, dijo.
“Es de destacar que, y como ha sido indicado por la CIDH, el desplazamiento forzado de personas de El Salvador, al igual que el de Honduras y Guatemala, es una de los principales desafíos de la región, igualmente El Salvador funge como país de origen de personas migrantes y refugiadas, así como de tránsito al ser parada de la ruta migratoria hacia el Norte por su ubicación geográfica”, concluyó la Relatora Especial de REDESCA.
