César Ramírez
@caralvasalvador
Hemos observado de todo en este año, parece que no existen soluciones para una nación en transición hacia un modelo democrático insospechado, lo anoto de esa manera porque después del triunfo de Nuevas Ideas-GANA asistimos a un enfoque diferente en el modelo de gobernación.
En ocasiones la democracia se equivoca, el pueblo (grandes poblaciones, sectores populares, iniciativa privada, grupos de presión etc.) opta por caminos que históricamente no tienen buen pronóstico, así: Sócrates fue condenado a muerte por un voto popular, Jesús sufrió un juicio (sin defensor) pero fue sometido a la opinión pública y perdió (hasta me parece escuchar los gritos: crucifícale, crucifícale), Hitler llegó al poder por la democracia, Trump llegó al poder por el voto Colegio Electoral -pero perdió por el voto popular por cerca de tres millones de electores- los ingleses votan por salir de la Unión Europea influenciados por redes sociales y luego ratifican su salida por otra elección plagada de falsedades… La democracia es así, la emotividad es más fuerte que la lógica. Ahora parece que las redes sociales son más fuertes que los valores sociales históricos.
Al aceptar la realidad 2019, escuchamos cierres de programas sociales, despidos masivos, disminución de secretarías esenciales, enfoque en salud que disminuye la APS… No sabemos el resultado, pero al menos se ha creado una inestabilidad insospechada.
Un elemento constante es del discurso de las elecciones 2021, ese es el centro de gravedad de toda la imagen oficial, los adversarios políticos tienen poco espacio o son vilipendiados día con día, eso genera mucha desconfianza política que se convertirá en violencia e insultos mediáticos.
Los problemas sociales no se pueden resolver por los medios de comunicación, es necesaria la obra física, restablecer la confianza política y algo esencial el diálogo entre fuerzas institucionales, la paz tiene como premisa los problemas históricos: migración, desempleo, falta de democratización económica, ausencia de movilidad social, puntos de encuentro entre fuerzas políticas, cambio climático, alimentos, etc.
No existen respuestas fáciles, ni modelos importados que alivien el sufrimiento de la pobreza, necesitamos soluciones inmediatas para miles de refugiados económicos que forman la mayoría de nuestros emigrantes, la apuesta es abandonar el discurso electoral 2021 y construir una propuesta de encuentro nacional, entre ciudadanos.
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