Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador
“Medicina amarga” es como llamó el ilegal ejecutivo al venidero aumento del IVA, vendido como recurso para democratizar las finanzas públicas, lo que es un eufemismo.
Esto mientras el fracaso del régimen en materia económica es completo, habiendo reducido al país a ser el de menor crecimiento en la región, y en concordancia con su carencia de proyecto económico, limitándose a improvisar sobre la marcha, y habiendo en consecuencia fracasado en todos sus emprendimientos.
Ello ha redundado en hasta 200,000 nuevos pobres en el ejercicio fiscal 2022/23, que se suman a los 1,9 millones que ya derivó el régimen los anteriores 4 años, como consecuencia de la parálisis en materia económica, habiendo congelado en el último año los ingresos de los salvadoreños por decreto, y desincentivar el trabajo pauperizándolo, derivando en la exclusión del mercado laboral, de hasta el 20% del PEA solo este año, de acuerdo con el MINEC.
De cara a este escenario, el régimen como buen comunicador juega su única carta: la seguridad pública, que es por cierto solo aparente, pues es por definición insostenible, dada su negación a desactivar sus causales.
Ello redunda en una apuesta de parte del régimen por el mercado, en el que se fía lo salvará, siendo ello por demás irreal.
En cambio, sus políticas han redundado en la expulsión de cada vez más salvadoreños a 3ros países, y con el ánimo inconfesable de que sean estos, los desheredados de siempre, los que sustentes mediante sus remesas la fracasada economía nacional.
Pero nos ofrece un salvataje, afirmando que como país tenemos 2 opciones para resolver nuestra economía: pensiones o IVA.
Alega el régimen que carece como administrador de ninguna posibilidad en el manejo de la economía, pues ha agotado sus caminos.
Por cierto, que los caminos a los que se refiere es la vía fácil, es decir los créditos de la banca multilateral, que como vimos en la gestión pasada agotó acabando con nuestro PIB, en apuestas inviables que nadie allá afuera respaldo.
Así el régimen contrató una deuda por 11 mil billones de dólares a la banca multilateral [11 seguido de 27 ceros], los cuales no podemos apreciar estén respaldados en obras físicas que lo justifiquen, que la misma fuente crediticia advirtiera públicamente manejara con responsabilidad, y que claramente la especulación en el mercado de créditos interno, evidencia ha sido desviado a intereses particulares.
Así, el régimen alega que carece de opciones, a pesar de haber intencionadamente concentrado los beneficios de 5 años de gestión económica pública en apenas el 0,00002% de la población de acuerdo con OXFAM y la banca multilateral por separado.
Y, sin embargo, todo eso es apenas una perorata bajera para negarse a asumir una profunda reforma fiscal que cuantifique las aportaciones ciudadanas de acuerdo con sus haberes e ingresos reales, acabando con los privilegios de clase y viabilizando una genuina democratización de las finanzas públicas.
No lo hará.
Seguirá el régimen aferrándose a sus mentiras mientras el pueblo languidece o muera.
Y no lo hará.