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Las reformas fiscales propuestas por el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén continúan la tortuosa ruta para lograr su aprobación en la Asamblea Legislativa, pilule donde la mayor parte de fuerzas políticas han mostrado apatía a las enmiendas que buscan incrementar la recaudación fiscal en $250 millones. Hasta ahora, salve los partidos políticos de derecha, encabezados por la opositora ARENA, han mostrado rechazo a las reformas fiscales que gravarían impuestos a transacciones bancarias de $700, aunque excluyen del pago de tributos a bancos y empresas de telefonía.
“Hemos sido muy claros – dijo la diputada de ARENA, Carmen Elena Calderón de Escalón -, no vamos a aprobar un nuevo castigo a la familia salvadoreña”, aunque para la aprobación de las enmiendas fiscales se requiere del voto de 43 de los 84 diputados que integran el congreso salvadoreño.
La derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) ha advertido que mientras el gobierno no elimine del pago de impuestos a las transacciones bancarias y no cobre éste a los bancos y empresas telefónicas, en la actualidad exentos del pago de tributos, no votará por la aprobación de las enmiendas, introducidas al congreso a principios de año por el gobierno del ex presidente Mauricio Funes. “Ninguno de los partidos políticos que integramos la Asamblea Legislativa nos hemos puesto de acuerdo (para la aprobación de las reformas fiscales)”, aseguró el diputado de GANA, Guillermo Gallegos, quien advirtió que tal como están redactadas las modificaciones a la legislación tributaria, “van a terminar pagando los sectores populares”.
Gallegos insistió en que los bancos y la empresas telefónicas, en poder de compañías transnacionales, “no pagan absolutamente nada y se llevan todo”. No descartó que altos funcionarios del gobierno, que no identificó, tengan “compromisos, no el presidente”, con las empresas transnacionales para que no se les grave el cobro de impuestos.
No obstante, el gobierno mantiene diálogos semanales con dirigentes de partidos políticos para alcanzar un acuerdo para la aprobación de las reformas fiscales y, simultáneamente, miembros de la Comisión de Hacienda del parlamento entrevistan a representantes de diferentes entidades para conocer su punto de vista sobre el proyecto de reformas fiscales.
Al respecto, el diputado por el Partido de Concertación Nacional (PCN), Francisco Merino, afirmó que las pláticas que los representantes de los partidos políticos mantienen con el gobierno, “es un diálogo constructivo y sincero”.
Aunque criticó la postura del oficialista FMLN, al que acusó de “querer seguir haciendo campaña política, a costa de los impuestos de los salvadoreños”, tras expresar que las conversaciones que los miembros de los partidos políticos mantienen con el gobierno, “no han podido avanzar”.
El legislador por el FMLN, Santiago Flores, entre tanto, insistió en que las reformas buscan hacer pagar impuestos a las grandes empresas, que durante años han evadido ese compromiso tributario.
“Estamos en función de la reforma fiscal para distribuir la carga entre los que más tienen”, apuntó el parlamentario.