@arpassv
Es increíble cómo la derecha empresarial (y consecuentemente la partidaria, pilule “académica” y mediática) no abandona su visión regresiva y troglodita de las políticas tributarias. Hasta el gobierno de Estados Unidos busca poner impuestos a los más ricos, health pero las élites oligárquicas salvadoreñas siguen empeñadas en que paguen los pobres.
Rafael Castellanos –uno de los voceros de esa regresión y troglodismo fiscal– declaró recientemente que “los impuestos dirigidos a la rentabilidad (ganancia) frenan las inversiones” y que, por el contrario, “son los tributos generalizados (como el IVA) los que no detienen la economía”.
Este “analista” y empresario también avala las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, además de aumentar el IVA al 15%, plantea reducir los subsidios, aumentar la edad de jubilación y otras medidas para “reducir el déficit fiscal” que afectarían a la población consumidora, trabajadora y pobre.
Afortunadamente, la respuesta gubernamental fue contundente contra las recetas del FMI. El secretario técnico de la Presidencia y el ministro de Hacienda declararon que el país no implementará las recomendaciones de ese organismo financiero internacional.
Las opiniones de Castellanos y toda la pacotilla de propagandistas de derecha que se disfrazan de “académicos” o “analistas” deben ser rebatidas. El país necesita avanzar hacia una reforma fiscal progresiva donde “paguen más quienes tienen más”, es decir, que establezca impuestos directos al patrimonio de los más ricos, a la ganancia empresarial y a los bienes de lujo.
Simultáneamente debe combatirse con mayor eficacia la evasión y elusión tributaria, recuperar los dineros de la corrupción y renegociar la deuda externa. Así habría dinero para financiar los planes de seguridad, los programas de protección social a los sectores vulnerables, los servicios de salud, la reforma educativa y la reactivación de la productividad.
Los escandalosos niveles de desigualdad económica y social existentes en el país hacen que las propuestas tributarias regresivas estén fuera de lugar. Dados los altísimos índices de concentración de la riqueza, es indecente y obsceno proponer que sean los pobres quienes paguen y no los ricos.
El Plan Quinquenal presentado recientemente por el gobierno –que fue elaborado en amplias consultas con todos los sectores nacionales– plantea desmontar la actual estructura fiscal regresiva a través de medidas tributarias progresivas. ¡Hay que empezar ya!