Danay Galletti Hernandez
La Habana/Prensa Latina
La llegada al poder de Joe Biden al gobierno de Estados Unidos supone un relanzamiento cauteloso y paulatino de los vínculos diplomáticos con Cuba, advirtió el lunes el académico de la nación caribeña Ernesto Domínguez.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de La Habana indicó también que el país norteño tiene entre otras prioridades como la actual crisis sanitaria, las dificultades económicas y el conflicto político interno.
‘Cuba es, para los que viven fuera de la Florida, un tema de menor relevancia. Por ello, no podemos esperar que en 2021 los vínculos estén como en 2015. Debemos esperar, al mismo tiempo, presiones basadas en el discurso de los derechos humanos y el vínculo con Venezuela’, apuntó.
En la última década resulta más perceptible el conflicto y la polarización sobre el tema de la Isla en el país norteño.
De un lado, subrayó Domínguez, está una representación de las élites, crítica de la política hostil contra el país e interesada en un cambio y, del otro, las esferas tradicionales cubano-americanas del estado de la Florida, partidarias de una agresión constante.
‘Las dos políticas buscan el mismo objetivo: retomar el control sobre la nación caribeña, como parte de la recuperación de la estructura de poder regional. Lo que varía son las maneras de lograr ese propósito y las consecuencias.
Para el país la segunda postura representa bloqueo extremo, sanciones continuadas y estrangulamiento económico’, consideró.
Los defensores de una transformación política, estimó, apelan a la búsqueda del intercambio y la generación de mecanismos de cooptación, concepto asociado al soft power o poder blando y a la capacidad de lograr determinados fines mediante la atracción y la persuasión, y contrario al uso de la fuerza militar.
Por supuesto que eso supone un riesgo ideológico, pero contribuye a mejorar las condiciones de vida, sobre todo, por el intercambio con otros actores internacionales y teniendo en cuenta que la economía cubana es abierta y dependiente de su interacción con el exterior’, advirtió.