Por Edouard Guihaire
Londres/AFP
Tambaleante aún tras las legislativas, la primera ministra británica Theresa May intenta este martes sellar una alianza con el partido norirlandés DUP crucial para gobernar, en momentos en que la Unión Europea reclama un socio «estable» para a empezar a negociar el Brexit.
May debe reunirse el martes por la tarde con la dirigente del partido unionista ultraconservador DUP, Arlene Foster, a menos de una semana del inicio de las negociaciones con Bruselas y cuando la Comisión Europea se dispone a proponer nuevas reglas que podrían obligar a gran parte de las actividades financieras londinenses a mudarse a la UE luego del Brexit.
En una entrevista con varios diarios europeos, el jefe de los negociadores de la UE sobre el Brexit, Michel Barnier, se declaró preocupado: «estamos perdiendo el tiempo».
«No vamos a conceder retrasos en las fechas para llegar al acuerdo de divorcio. (…) Cualquier aplazamiento provocaría incertidumbre, es una fuente adicional de inestabilidad», dijo.
Pero para negociar, destaca Barnier, necesita tener delante una delegación británica.
Algo que recién podrá formarse cuando el Reino Unido encuentre un gobierno.
May debe sellar una alianza con el DUP, cuyos diez diputados permitirían a los conservadores superar el umbral de los 326 escaños necesarios para tener mayoría absoluta en el Parlamento. El Partido Conservador obtuvo 318 en las legislativas de la semana pasada.
May y Foster hablaron por teléfono el viernes, al día siguiente de las elecciones. Los contactos siguieron desde entonces.
«Las discusiones continúan», comentó el lunes Arlene Foster, explicando que el «interés nacional está en el centro» de estas negociaciones, que calificó de «positivas».
Frente a los diputados conservadores que le renovaron su confianza el lunes, a pesar del revés en las legislativas, Theresa May afirmó que el DUP, cuyas posiciones muy conservadoras inquietan, no tendría ninguna influencia en la política de reconocimiento de los derechos de los homosexuales.
Una coalición con el partido unionista plantearía asimismo la pregunta sobre la neutralidad del gobierno británico en Irlanda del Norte, región que continúa bajo tensión 20 años después de terminados los «disturbios».
‘Sin liderazgo’
Las negociaciones entre los conservadores y el DUP podrían tomar más tiempo. Signo revelador de ello fue el anuncio del lunes de la BBC que aseguró que la ceremonia de apertura del Parlamento sería atrasada por unos días.
«Mientras no lo tengamos [el acuerdo con el DUP] no podremos finalizar los detalles del discurso de la reina», pronunciado en esa ocasión y que detallará el programa legislativo del gobierno, admitió el viceprimer ministro, Damian Green.
El nuevo Parlamento se reunirá por primera vez el martes por la tarde. La sesión estará marcada por la elección del presidente de la Cámara de los Comunes, el ‘speaker’, seguida por la jura de los diputados.
Al terminar la tarde May viajará a Francia para reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron. El revés electoral de May instala dudas sobre su capacidad para negociar un Brexit «duro».
Según Damian Green, May tiene «el apoyo masivo» de su gabinete a su estrategia para el Brexit, es decir una salida del mercado único europeo para retomar el control de las fronteras británicas.
El periódico The Telegraph cree saber que los ministros de primera línea y miembros de los laboristas, defensores de un Brexit «suave», tuvieron discusiones secretas para alentar esa solución.
Según el periódico, esas discusiones tendrían como objetivo obligar a May a alcanzar compromisos sobre la inmigración europea, la unión aduanera y el mercado único.
Para el periódico Evening Standard, May ya no dirige sola el gobierno británico, debido a las concesiones que deberá hacer con unos y otros para poder gobernar.
«Lo más triste es que Reino Unido no tiene un liderazgo cuando se adentra en las negociaciones más importantes de su historia reciente», lamentó en un editorial el vespertino gratuito.