Miguel Ángel Dueñas Góchez*
China ha demostrado que se puede contener el nuevo coronavirus COVID-19 mediante la combinación de la aplicación de normas fundamentales de salud pública y las nuevas tecnologías. El resto del mundo no está listo para hacerlo, aunque puede estarlo si se toman decisiones rápidamente, asegura un equipo de expertos médicos que ha evaluado la situación en el país asiático. https://news.un.org/es/story/2020/02/1470141.
Y por existir muchas religiones en dicho país, se cree que ni siquiera hubieran podido ponerse de acuerdo a cuál dios orar y pedir, siendo un país donde la mayor parte de la población carece de religión [54.5 %], pero en segundo lugar predomina la religión tradicional china [21.3 %], luego es practicado el budismo [15 %], el cristianismo [5.3 %], el islam [1.8 %], el hinduismo [0.7 %], otras [1.4 %].
En China, todas las actividades religiosas, como la veneración del Buda, la recitación de sutras, los rezos, las conferencias, las misas, el escarmiento, el cierre del ayuno, la celebración de fiestas religiosas, oficiadas y celebradas por el personal religioso y por los mismos creyentes, todas están protegidas por la ley y a nadie le está permitido inmiscuir en ellas. http://co.china-embassy.org/esp/zggk/pe/t223825.htm.
Mientras que en nuestro país El salvador, el libre ejercicio de todas las religiones fue reconocida como derecho y garantía de las personas y no como una organización política, visualizándose en las Constituciones de 1883, 1886, 1939, 1944, 1945, 1950, 1962 y 1983. Es decir, el Estado Salvadoreño fundamenta la laicidad del Estado a partir de la Constitución de 1883.
Pero aunque se han hecho esfuerzos muy buenos y razonables contra el COVID-19, aun imperan las creencias, cuando en la Asamblea Legislativa se dedica un día de oración, llamada por la “Paz y la Justicia” (https://www.asamblea.gob.sv/decretos/details/1528), y https://www.youtube.com/watch?v=UAz59Emt6eE). Donde postularon al pastor Jorge Galindo para hacer una oración por la salud del mundo, sumándose luego el presidente Bukele al decretar el día, martes 17 de noviembre, como “Día Nacional de la Oración”, lo cual no tiene nada que ver con el ataque a la pandemia.
*Lic. en Relaciones Internacionales.