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Washington/PL
La relación que el presidente Donald Trump mantiene hoy con los medios de prensa es la peor de cualquier otro mandatario estadounidense en los tiempos modernos, y esta situación se agravará en 2018, estiman expertos.
En su segundo año de mandato el gobernante enfrenta la pesquisa de un fiscal especial y la posibilidad de que los demócratas, ávidos por llevarlo a juicio político, recuperen la mayoría en el Congreso, señala un artículo publicado este jueves por el diario The Hill.
El carácter no convencional de su presidencia sacudió el panorama informativo y creó una nueva dinámica que desempeñará un papel vital en la configuración en los próximos meses, añade el texto, firmado por Jonathan Easley.
Según el autor, algunas de las principales figuras del periodismo impreso y las noticias por cable adoptaron un enfoque contrario e inusual para cubrir las actividades de Trump, lo que provocó acusaciones de parcialidad y un debate sobre si la cobertura del presidente se realiza de manera justa.
Trump respondió eliminando las entrevistas y las conferencias de prensa casi por completo, incluso cuando él y sus aliados lanzan ataques casi a diario contra la credibilidad de los medios de difusión.
Aún así, destaca The Hill, la presidencia de Trump resulta favorable para los periódicos y televisoras, porque gracias a él estos tuvieron en este año records de audiencia, suscripciones y tráfico en las redes, mientras los admiradores y detractores del mandatario se deleitan al observar la cobertura mediática de sus actividades.
A principios de diciembre la cadena ABC News suspendió a su principal reportero de asuntos políticos, Brian Ross, por realizar un enfoque incorrecto al afirmar que Trump indicó a su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn que contactara al Gobierno ruso durante la campaña para las elecciones de noviembre de 2016.
Unos días después, la CNN tuvo que retractarse de una información según la cual el sitio digital Wikileaks dio al hijo del jefe de la Casa Blanca Donald Trump Jr., acceso inmediato a los correos electrónicos robados a directivos del Partido Demócrata.
Estos y otros errores, según The Hill, alimentaron el argumento del gobernante y sus asesores acerca de las noticias falsas que abundan en las publicaciones estadounidenses.
Por otra parte, una encuesta realizada por el portal del semanario The Economist reveló la víspera que apenas uno de cada cuatro estadounidenses aprueba la forma en que Trump emplea sus mensajes en Twitter, red social que el gobernante utilizó más de dos mil 600 veces en 2017, según el sitio TrumpTwitterArchive.com.
