Naciones Unidas/PL
El relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, search sumarias o arbitrarias, viagra sale Christof Heyns, sildenafil instó hoy a las autoridades de Honduras a esforzarse para proteger el derecho a la vida y reducir la violencia en el país.
Urge traer de vuelta una cultura de la vida, dijo el experto sudafricano en un comunicado a propósito de su primera visita oficial a la nación centroamericana, realizada del 23 al 27 de mayo.
Según Heyns, la violencia sigue siendo «alarmantemente alta», aunque el país «ha comenzado a moverse en la dirección correcta», después de tener hace pocos años la tasa de homicidios más elevada del planeta.
El relator especial dialogó con autoridades, familiares de víctimas y sobrevivientes de la criminalidad, que de acuerdo con la ONU llegó en 2012 a presentar la cifra de 90,4 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.
Vemos una reducción, pero queda la parte más difícil y a la vez importante del camino, consolidar los logros y disminuir aún más el fenómeno, advirtió.
Para Heyns, el problema en Honduras tiene dos dimensiones, «en primer lugar el elevado número de personas que mueren, y el bajo número de responsables que rinden cuentas».
Los patrones regionales de tráfico de drogas, así como la pobreza extrema y la desigualdad hacen que sea difícil romper el ciclo de la violencia, pero algunos avances muestran que esto no es insuperable, señaló.
El asesinato, el pasado 3 de marzo, de la líder indígena y ambientalista Berta Cáceres generó un rechazo mundial y reiteró las alarmas sobre la situación en Honduras de los defensores de los derechos humanos.
Heyns consideró necesario realizar algunas modificaciones legislativas y revertir «la actual militarización del orden público».
A su juicio, resulta clave la lucha contra la impunidad, la cual atribuyó a la corrupción arraigada, la extorsión y la debilidad de las instituciones.
En Honduras, el experto designado por el Consejo de Derechos Humanos visitó la capital Tegucigalpa y la ciudad de San Pedro Sula, una de las más violentas del planeta.
Los relatores especiales no son personal de Naciones Unidas, organización que precisa que actúan a título individual.