LA HISTORIA DEL CANARIO SOÑADOR Y LA INFAMIA DE DIONISIA Y ALBERTO RODRÍGUEZ
Comenzó esta historia año de 1969., estaba enamorado muy enamorado, pues nuestro personaje volaba hasta Sta. Elena, departamento de Usulután y entabló noviazgo con una canaria, allá les llaman canarias TABUDAS con un tiempo prudencial como repito estaba tan enamorado, que pidió la mano de la señorita canaria y ella aceptó, y se llevó acabo la boda de nuestro biografiado y se la trajo a vivir a San Salvador, luchando, y con el tiempo había logrado hacer un bonito nido rodeado de piedras al estilo colonial y eran felices, habían procreado 4 lindos canarios, 3 varoncitos y una canarita, la canarita fue bautizada con el nombre de Alondra Argentina, así pues transcurrían las horas, días y años de vida, de amor y de hogar, con el tiempo, después de 22 años de lucha, de poner empeño en lograr hacer algo siempre mejor para la superación de esta familia.
El hogar y el nido estaban en las faldas del volcán, se me olvidaba decir que nuestro canario era vendedor y con el tiempo había hecho muchos logros con su labor, era poeta y escribía versos, pues aquel hogar era su todo, sus más caras ilusiones de esfuerzo y logro de tantos años. Desgraciadamente un día ya que estábamos en plena guerra, y les salieron residencia legales hacia los estados unidos a lo que se llevó la idea del viaje para ir al país más poderoso del mundo, en donde los seres humanos, si así se les puede llamar, más que humanos son humanoides, robots al servicio de las maquinas pues Estados Unidos es una enorme gigantesca maquinaria deshumanizada donde existe una pérdida de valores morales y espirituales, y lograron llegar al país más poderoso del planeta, por algún tiempo la felicidad aparentemente continuaba, pero habían signos bien marcados de una traición que se había originado aquí en San Salvador, fue en el año de 1991, ya tenían 3 meses de estar en los Ángeles cuando a través de una carta se reveló toda la verdad de esa cruel traición.
Ella era la amante de Alberto Rodríguez de Santa Tecla y a la vez era cuñado, pues era casado con una hermana de Carlos Andrés Villacorta y él tuvo que regresar a los 8 meses, sabedor de esa dura verdad, el regreso lo realizó por tierra, en un camión, lo trajo un señor que tuvo compasión de él al ver todo lo que le había pasado a nuestro amigo recorriendo todo el territorio Mexicano.