Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Es usual que la religión se pronuncie contra la injusticia.
La humanidad lucha por la justicia, pero ahora en el Siglo XXI existe un profundo silencio cuando el primer mundo se llena de refugiados; Europa protesta contra miles de refugiados del norte de África y cierra fronteras, mientras en América la nueva administración Trump lanza una política contra naciones musulmanas, deporta a residentes de Estados Unidos y culpa a los mexicanos (latinoamericanos) de todos los males del mundo, esas acciones son anticristianas, antimusulmanas en general son violencia contra los pobres del mundo.
Las religiones en esencia son comunidades dogmáticas que predican el amor al prójimo, ahora es el momento de denunciar esas acciones contra los pobres del mundo, porque es una violación a los derechos humanos y contra la humanidad en general ¿por qué no lo hacen?, ¿o los pronunciamientos solo sirven en momentos electorales? ¿acaso para transformar la fe en “oro”?
En la época nazi los judíos fueron estigmatizados como el mal de Alemania, se divulgaron difamaciones que les calificaban de parásitos, no humanos, un peligro para el pueblo alemán, etc., solo por sus creencias, mientras las iglesias católicas y protestantes toleraban estos insultos sin oponerse a la opinión pública; en pocas palabras los judíos-alemanes poseían una imagen perversa, eran por naturaleza culpables, sin oposición de las religiones ni los académicos de esa época; es muy parecido a la concepción reaccionaria, estridente y racista que se forja en Estados Unidos contra los emigrantes, puesto que los emigrantes han sido condenados por su pobreza, religión, el color de su piel o idioma, similar a la violencia verbal desde los tiempos de Hitler contra los judíos. Algunos ejemplos de la Alemania nazi: “En efecto, tan potente era el modelo cognitivo cultural racial de la humanidad existente en Alemania que la Iglesia Católica alemana lo aceptó en general y lo diseminó incluido en sus propias enseñanzas. En febrero de 1936, las orientaciones oficiales del episcopado alemán para la enseñanza religiosa afirmaban: “La raza, el suelo, la sangre y el pueblo son valores naturales preciosos que Dios nuestro Señor ha creado y cuyo cuidado nos ha confiado a los alemanes”. Los verdugos voluntarios de Hitler/Daniel Johnan Goldhagen… 2005 pág 146. Es sintomático que en esos años las iglesias alemanas católica y protestante, aceptaron el axioma de judío igual al mal del mundo, sin cuestionar la política de Estado de Hitler, pero más en profundidad la creencia del pueblo alemán en la culpabilidad judía de ser los asesinos de Jesucristo, aunque en realidad quién lo crucificó fue el imperio romano, quienes usaron martillo y clavos fueron soldados romanos etc. “Durante la época de Weimar, del 70% al 80% de los pastores protestantes se habían aliado con el antisemita Partido Nacional del Pueblo, y su antisemitismo había impregnado la prensa protestante incluso antes de que las urnas llevaran a los nazis al poder” pág 147. Esa es la enseñanza de la Historia, si se condena a los emigrantes del mundo y especialmente a los latinoamericanos en Estados Unidos, en pocos años la violencia será igual a los nazis de Hitler, por lo tanto: Religiones del mundo uníos en defensa de emigrantes…
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