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Víctor Manuel Valle Monterrosa
El 14 de diciembre de 1948, hace 74 años, un grupo de Mayores del ejército salvadoreño, que no llegaban a los 40 años la mayoría de ellos, organizaron un cuartelazo que apartó a los generales martinistas del poder, remozó la dictadura militar, habló de cambios profundos en El Salvador, atrajo algunos izquierdistas ansiosos, llevó a cabo cambios importantes, sobre todo en materia de infraestructura, e instauró un esquema gobernante que llamaron pomposamente la Revolución del 48. El monumento al “Chulón”, en San Benito, es la huella visible más notoria de ese régimen.
Los mayores líderes del golpe militar eran Oscar A. Bolaños, Humberto P Villalta y Oscar Osorio. Bolaños y Osorio fueron miembros del gobierno llamado Consejo de Gobierno Revolucionario quienes sumaron al teniente coronel Manuel de J. Córdova por ser el jefe de más alto nivel que quedaba en el ejército, pues una de las primeras medidas revolucionarias fue defenestrar, encarcelar y juzgar, por ímprobos, a los generales martinistas entre los que estaban el presidente derrocado, Salvador Castaneda Castro y Mauro Espínola Castro.
Humberto P Villalta, prestigioso militar con reputación de izquierdista fue nombrado Jefe de la Fuerza Armada. Para darle cara civil al gobierno, convocaron a los civiles Reynaldo Galindo Pohl, joven de 30 años, y Humberto Costa, ambos abogados de prestigio. Galindo Pohl había sido recientemente dirigente estudiantil universitario, líder durante la lucha contra Martínez y aún no estaba graduado y Humberto Costa, santaneco.
Osorio estaba en el exilio en México, y fue llamado a engrosar el Consejo de Gobierno. Así, quedó el quinteto gobernante, una pentarquía que duró poco, pues un mes después, Osorio maniobró y sacó de la jugada a Córdova y a Villalta enviándolos como agregados militares a Estados y México respectivamente. El mayor Villalta murió pocos años después, junto a un funcionario de la Agregaduría Militar de la Unión Soviética en México, en un extraño accidente de tránsito ocurrido en la Ciudad de México.
Cuánta agua y sangre ha corrido en El Salvador desde ese 14 de diciembre y la revolución que duraría por largo tiempo, se agotó en 12 años. Lecciones de la historia, la maestra de la vida.
El saldo político positivo para las derechas fue que, con ese movimiento, “la revolución del 48”, motejada como la “robolución”, la dictadura militar, protectora e instrumento de grandes intereses nacionales y extranjeros, se remozó y duro varias décadas más. ¿Cómo estaremos dentro de 74 años?
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