Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Al anunciarse la renuncia como obispo auxiliar de San Salvador, el cardenal Gregorio Rosa Chávez aclaró que esta decisión no está relacionada con las recientes declaraciones del arzobispo, monseñor José Luis Escobar Alas, sobre la reelección presidencial, sino que obedece a lo establecido en el Código de Derecho Canónico, el cual estipula que un obispo al cumplir 75 años de edad debe presentar al Papa su renuncia a ese cargo.
“Yo lo hice hace siete años, el Papa me contestó que aceptaba y solo faltaba cuándo se anunciara a la gente, al cumplir 80 años me escribieron que cuándo quería que se publicara la noticia, yo dije que el día de San Francisco de Asís, porque él se llama Francisco y tiene el ideal de San Francisco de Asís, la paz, los pobres y la ecología. No tiene nada que ver con cualquier noticia posterior”, manifestó el cardenal.
Enfatizó que tras su renuncia ya no será obispo titular, sino “obispo emérito”, seguirá haciendo las mismas actividades de antes, excepto las de un obispo auxiliar, es decir, en las reuniones tendrá voz pero no voto, tampoco podrá votar para elegir un nuevo Papa.
Rosa Chávez reiteró que su renuncia no es a cardenal, sino al cargo de obispo auxiliar, el cual tuvo desde hace 40 años, aunque mantendrá el título de “obispo emérito”, ahora corresponde al Nuncio Apostólico de la Santa Sede, pedir a Roma que le concedan uno o dos obispos auxiliares, él tendrá a su cargo elegir a los candidatos, de donde se saldrá al nuevo obispo auxiliar de San Salvador.
“Le expresamos a nuestro querido cardenal nuestra profunda gratitud por su grandiosa labor pastoral en favor del pueblo, dándonos el mejor ejemplo de entrega, generosidad, bondad y fe, en su magnífico apostolado; le agradecemos su cercanía con todos, su sencillez y su gran sabiduría; toda su persona en total servicio a la Iglesia. El Señor le recompensará con creces todas sus obras”, expresó la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES).
Asimismo, el arzobispo mostró al cardenal su gratitud a la labor pastoral por más de 40 años, atravesando incluso los momentos más duros de persecución religiosa de la historia, trabajando arduamente por la paz, así como su trabajo junto a monseñor Arturo Rivera y Damas para obtener la paz en El Salvador, mediante el diálogo impulsado por la iglesia.
Además, destacó su gran trabajo en favor de la canonización de San Oscar Arnulfo Romero y la beatificación del Padre Rutilio Grande y sus compañeros mártires; su calidez humana y gran preocupación por los pobres, la justicia y la verdad; pero, sobre todo, el excelente testimonio de vida como pastor bueno, abnegado y fiel servidor de la iglesia y de las personas, principalmente de los más pobres.
Mientras tanto, el nuncio apostólico de El Salvador, monseñor Santo Gangemi, mediante un comunicado, expresó en nombre del arzobispo de San Salvador y presidente de la CEDES, de todos los salvadoreños, sacerdotes, religiosos y de todos los hombres de buena voluntad, su agradecimiento al Señor por la larga, sabia, generosa y discreta labor del cardenal Rosa Chávez, para el progreso espiritual y material del pueblo salvadoreño.
Monseñor Gregorio Rosa Chávez nació el 3 de septiembre de 1942, en el municipio de Sociedad, departamento de Morazán, fue ordenado obispo el 3 de julio de 1982, estudió teología y comunicaciones en la Universidad de Lovaina, Bélgica; se ha destacado como promotor de la paz y un gran amigo muy cercano de monseñor Romero.
El 28 de julio de 2017 fue nombrado primer cardenal de El Salvador, en la ceremonia del Consistorio en la basílica San Pedro por el papa Francisco.
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