Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Los restos de los siete salvadoreños fallecidos en el incendio de la Estación Migratoria en México, ocurrido el pasado 27 de marzo, fueron transportados en un vehículo fúnebre desde Ciudad Juárez, en un trayecto de 3,500 kilómetros.
“Nos dimos a la tarea de que la mejor forma y la más expedita para poder repatriar los cuerpos de los connacionales era la vía terrestre, por la dificultad de conseguir vuelos en Semana Santa. El pasado 6 de abril salió desde Ciudad Juárez esa carroza fúnebre, con escolta policial, y la empresa garantizó que llegaría al país en 72 horas, detalló la viceministra de Diáspora y Movilidad Humana, Cindy Mariella Portal.
Reiteró que también verificaron los salvadoreños lesionados, quienes estaban en condiciones de vulnerabilidad, así como la gestión ante las autoridades mexicanas para agilizar los procesos administrativos correspondientes al debido reconocimiento y posterior repatriación de los fallecidos.
Sostuvo que la Atención a la Persona Migrante se trasladó hasta los lugares de origen de las víctimas en Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad, San Salvador, Chalatenango y Morazán para informar a las familias sobre las gestiones realizadas, brindar asistencia y orientación, según cada caso y apoyarles en su traslado a dicha ciudad mexicana.
“Después de verificar y consolidar toda la documentación requerida, los cuerpos salieron el jueves de Ciudad Juárez en horas de la noche en una carroza fúnebre, debidamente escoltada, rumbo a nuestro país. Tal como se prometió, en 72 horas los cuerpos fueron entregados a sus familias”, dijo la viceministra.
Este hecho cobró la vida de siete salvadoreños y decenas de personas de diferentes nacionalidades, dejó múltiples lesionados, entre ellos cinco compatriotas. En la estación también se encontraban tres salvadoreñas que resultaron ilesas, quienes también recibieron apoyo integral y acompañamiento.
El equipo consular visitó a los 5 compatriotas lesionados, ingresados en diferentes centros hospitalarios de Ciudad Juárez, para verificar sus condiciones de salud y dar seguimiento al proceso de recuperación. Una vez desarrolladas todas estas acciones y culminado el proceso, se acompañó a las familias hasta el Aeropuerto de Ciudad Juárez para su regreso a El Salvador.
El gobierno salvadoreño calificó lo sucedido como un crimen de Estado, por lo cual exigió una investigación exhaustiva y con el debido proceso, a fin de esclarecer los hechos, aplicar las sanciones respectivas y que se condene a los culpables.
En el incendio del 27 de marzo en el centro de detención de Ciudad Juárez, al norte de México, murieron 40 migrantes, entre ellos 18 guatemaltecos, siete salvadoreños, siete venezolanos, seis hondureños y un colombiano.