París/PL
Nuevos enfrentamientos tuvieron lugar en las últimas horas entre la policía y cientos de migrantes en la ciudad francesa de Calais (norte), here en cuyos alrededores viven miles de indocumentados en condiciones infrahumanas.
Los incidentes ocurrieron después de que la prefectura diera un ultimátum a los llamados sin papeles para que abandonaran una franja de terreno, unhealthy ubicada a lo largo del desvío portuario colindante con el campamento de migrantes ubicado en el lugar, y deforestada por medidas de seguridad, reportaron hoy medios locales de prensa.
Los migrantes prendieron fuego sobre la acera a restos de basura y vegetación con el objetivo de bloquear el tráfico. Por su parte, las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos.
Esos incidentes fueron los más significativos desde que la semana pasada las autoridades establecieron la mencionada franja con el fin de impedir los intentos de los migrantes de entrar a las instalaciones portuarias para tratar de llegar a Reino Unido.
Aproximadamente cinco mil de los denominados sin papeles están en condiciones precarias en el campamento de las afueras de Calais con el fin de tratar de llegar a suelo británico a través del Eurotúnel.
Según un informe de la Universidad de Birmingham (en Reino Unido), respaldado por otras instituciones, la llamada jungla de Calais se encuentra en una situación de crisis humanitaria.
Las condiciones del asentamiento en las afueras de la localidad gala donde convergen migrantes de países como Afganistán, Siria, Eritrea, Etiopía e Iraq están por debajo de los mínimos de cualquier campamento de refugiados, remarcó.
La reciente explosión demográfica es atribuida en parte a la mayor dificultad para llegar a suelo británico a través del Eurotúnel después de que a principios de julio pasado París y Londres acordaran reforzar la seguridad por las sucesivas tentativas masivas de entrada en ese túnel ferroviario submarino.
Otra de las causas es el incremento en el número de indocumentados y solicitantes de asilo que ha llegado a Europa en los últimos meses, en momentos de agravamiento de la crisis migratoria en el Viejo Continente y de ausencia de medidas efectivas para enfrentarla.
Varias personas murieron desde el pasado 26 de junio tratando de llegar al mencionado destino. Algunos de ellos perdieron la vida atropellados por trenes de mercancías o vehículos en las instalaciones del Eurotúnel o en sus inmediaciones.