TeleSUR
La Policía Nacional (PN) y el Cuerpo de Bomberos de Ecuador informaron que este jueves se registraron dos nuevas explosiones en la ciudad de Cuenca, ubicada al centro-sur del país, sin que ocurrieran víctimas mortales.
La primera explosión se reportó en la estructura de un puente en las proximidades del centro parroquial de la localidad de Sayausí, al noroeste de Cuenca, dejando daños en tuberías y en el asfalto.
El segundo suceso se dio por la detonación de un artefacto explosivo dentro de un vehículo en la población de Totoracocha, en el este de la ciudad.
Tras los hechos las autoridades se desplegaron en todo el territorio para apoyar las labores de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en búsqueda de los autores de las explosiones.
Estos sucesos se suman a la detonación de dos coches-bomba en Quito, la capital del país, la noche del miércoles y la madrugada de este jueves, sin que dejarán personas heridas.
La PN informó el miércoles que se encuentran detenidas seis personas presuntamente relacionadas con los atentados explosivos que ocurrieron en Quito.
El puesto de mando unificado de Ecuador, en conjunto con la PN, las Fuerzas Armadas y el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), tomaron una serie de decisiones para recuperar el orden del sistema penitenciario.
En un comunicado, el Gobierno del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso expresó que hasta la noche del jueves siete policías y 50 servidores del cuerpo de seguridad y vigilancia penitenciaria se encontraban retenidos en seis centros de privación de libertad.
Informó que el suceso sería una respuesta de los grupos criminales ante las intervenciones de las fuerzas públicas en los centros penitenciarios del país, cuyo propósito es el decomiso de objetos prohibidos que son utilizados en hechos violentos.
En un mensaje publicado en la red social X, antes Twitter, Lasso sostuvo que “las medidas que hemos tomado, en especial, en el sistema penitenciario, han generado reacciones violentas de las organizaciones criminales que pretenden amedrentar al Estado”.
“Pero estamos firmes y no vamos a retroceder en el objetivo de capturar a peligrosos delincuentes, desarticular bandas delictivas y pacificar las cárceles del país”, agregó el mandatario.
Esta semana, unos 2.200 policías y militares llegaron a la cárcel de Latacunga, ubicada en la provincia de Cotopaxi, al sur de Quito, y requisaron unas 49 armas blancas y dos chalecos antibalas, entre otros objetos prohibidos.