Por Ramon Sahmkov
Cleveland/AFP
Los republicanos proclamaron oficialmente este martes a Donald Trump como su candidato a la Casa Blanca, broche dorado en el imprevisto ascenso del polémico millonario, cuyas ambiciones presidenciales alguna vez fueron abiertamente objeto de burlas.
Trece meses después de una campaña que vio a Trump derrotar a 16 aspirantes y aplastar una terca oposición interna, el virulento magnate inmobiliario dijo que era tiempo de «ir hasta el final» y ganar la Casa Blanca.
«Esto es un movimiento», dijo en un mensaje en video desde la Torre Trump en Nueva York a los delegados reunidos en la convención republicana de Cleveland, en la región de los Grandes Lagos.
Una a una, las delegaciones de los 50 estados y los territorios estadounidenses anunciaron los resultados de las primarias republicanas, no sin antes enviar, como es tradición, un corto mensaje publicitario sobre, valga el caso, sus «famosas papas» (Idaho) o «bellos bosques» (Maine).
La delegación de Nueva York, estado del magnate y representada por uno de sus hijos, Donald Jr., simbólicamente aportó los votos para colocar al magnate por encima de la mayoría requerida de delegados.
Algarabía y decepción
Aunque el resultado era obvio, la algarabía igualmente se desató entre delegados e invitados presentes en las tribunas del Quicken Loans Arena de Cleveland, mientras una orquesta tocaba el clásico «New York, New York».
Trump lanzó su candidatura hace 13 meses en Nueva York, declarando que los inmigrantes mexicanos indocumentados eran violadores y narcotraficantes. Seguro una receta para el desastre.
Pero desde entonces ha desafiado todos los manuales de elecciones -insulta a inmigrantes y musulmanes, desestima el complejo andamiaje de campaña y prefiere la cobertura gratuita de los medios a la propaganda diseñada.
«Es increíble. Es surrealista. Estoy muy orgulloso de mi padre, todos lo estamos», dijo a CNN la hija mayor del magnate inmobiliario, Ivanka.
El hombre de negocios de 70 años ganó las primarias hace casi dos meses.
Pero su investidura como candidato pendía de un hilo: las polémicas alrededor de su retórica y un creciente movimiento antiTrump convencido de negarle la nominación pintaron un escenario complicado.
En el pleno de la convención, la coronación de Trump era todos menos universalmente celebrada.
Muchos delegados aplaudieron por cortesía tras la victoria y unos pocos se esfumaron rabiosos del recinto o expresaron su molestia.
«Estoy decepcionado, pero es lo que es», dijo el senador de Utah, Mike Lee.
«Esto es un show de televisión y nosotros solo somos accesorios», reclamó un delegado de Virginia, Beau Correll.
Trump recibe las llaves de un partido dividido al día siguiente de un accidentado inicio de la convención.
Por un lado, un grupo de delegados antiTrump estalló de rabia contra el director de debates durante un voto de procedimiento el lunes.
Por otro lado, la esposa de Trump, Melania, una exmodelo eslovena 24 años más joven, vio como su estelar discurso la noche del lunes terminó envuelto en una polémica por acusaciones de plagio: indiscutibles similitudes entre su intervención y el discurso de Michelle Obama durante la convención del partido Demócrata en 2008.
Mientras la controversia se expandía y en las redes sociales se hacían una fiesta con comentarios burlones, la campaña de Trump lució petrificada, negando o rechazando responsabilidades. La polémica es «absurda», tachó su jefe de campaña, Paul Manafort.
«Enciérrenla»
A pesar de las diferencias, los republicanos pudieron eventualmente congregarse alrededor de un objetivo en común: su oposición a la demócrata Hillary Clinton.
«Los años de Obama llegan casi a su fin, los años de Clinton ya están bien acabados. 2016 es el año en que América sigue adelante», dijo el presidente del Congreso, Paul Ryan.
El gobernador de New Jersey y exrival de Trump, Chris Christie, incitó a los delegados a declarar «culpable» a Clinton de manejos en Cuba, Siria, Libia, suscitando viscerales cánticos de «enciérrenla».
La campaña de Trump espera que la repulsión por Cllinton unifique al partido de cara a los comicios de noviembre.
«La gente está preparada para un cambio inequívoco y fundamental en Washington y la persona que lo va a traer es Donald Trump», dijo a la AFP Corey Lewandowski, exdirector de comunicaciones de la campaña del magnate.
Dos hijos de Trump, Donald Jr. y Tiffany, también tomaron el escenario para hablar del «gran hombre» que es su padre.
«Fui entrenado por mi padre para hacer las difíciles inversiones y tomar decisiones hoy para garantizar un futuro prometedor mañana», dijo Don Jr., un ejecutivo en las compañías de su padre.
Clinton, en tanto, no perdió tiempo en aprovechar la victoria de Trump.
«Donald Trump acaba de convertirse en el candidato republicano. Haz una donación para asegurarnos que nunca ponga un pie en la Casa Blanca», escribió en Twitter.
Capital del estado de Ohio, Cleveland estaba completamente blindada a la espera de numerosas manifestaciones, hasta ahora sin incidentes graves.
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