@arpassv
Los nuevos condicionamientos de ARENA para aprobar el financiamiento que el gobierno necesita para cerrar el año, constituyen un repudiable acto de “extorsión política”. La lista de incumplibles exigencias de partido oligárquico sólo confirma su falta de voluntad política para resolver la crisis fiscal.
En su irresponsabilidad extrema la dirigencia arenera está dispuesta a llevar hasta las últimas consecuencias su estrategia de asfixia financiera del gobierno, sin reparar en las graves consecuencias económicas, sociales y políticas para el país.
La cúpula del partido opositor no atiende reclamos de sus propios alcaldes ni el rechazo social a su maquiavélica actuación. Hasta Monseñor José Luis Escobar Alas pide que ARENA “no lleve al país al impago” y apruebe los 1,200 millones, pero al partido oligárquico no le importa la exhortación eclesial.
Envalentonados por la “extorsión” arenera, los demás partidos de derecha también plantearon ayer sus demandas. GANA, PCN y PDC piden incorporar al presupuesto del próximo año pago de escalafones, pensiones, entre otros.
Rodeada por estos “extorsionistas políticos”, la izquierda gobernante debería movilizar a sus bases y convocar a todas las organizaciones populares, sectores democráticos y población honrada a presionar a la derecha parlamentaria. Este momento crítico es oportuno para retomar la agenda de cambios estructurales.
En vez el “ajuste fiscal” pujado por la derecha y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país debe proponerse resolver la crisis fiscal mediante un combate más efectivo y eficiente contra la evasión, la elusión y el contrabando.
A la Ley de Responsabilidad Fiscal que exige ARENA, el gobierno debe anteponer la Ley de Cobro Coactivo; a la auditoría de puestos en el gobierno, el Ejecutivo plantear una auditoría de la deuda contraída por los gobiernos areneros; a las medidas tributarias regresivas que promueven ANEP y FUSADES, las organizaciones progresistas proponer la política fiscal progresiva donde “paguen mas quienes tienen más”.
Esta política incluye impuestos directos al patrimonio, a la ganancia empresarial, productos y servicios de lujo, grandes transferencias financieras. Incluye también la reforma previsional integral y la recuperación de los dineros de la corrupción.
La izquierda gobernante debe salir del acoso permanente de la derecha y pasar la ofensiva con un discurso, perspectiva y estrategias consecuentes con el proyecto de transformaciones en favor del pueblo. Todavía está a tiempo.