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Fredy García
Desde hace un tiempo he venido observando en los diferentes restaurantes, una práctica generalizada en todo el país, que los propietarios de estos negocios le aplican a la factura del consumidor un 10% adicional di`s que la propina del mesero o mesera que le dio el servicio; que dicho sea de paso, precisamente, está para atender el cliente, esta maña la han venido haciendo hace muchos años atrás
Quiero recordar a los propietarios de estos restaurantes, que el aplicarle un 10% a la factura es un impuesto que no está contemplado en ninguna ley que diga, que señale o que exija, que el cliente pague una propina, ya que ésta es algo voluntario del cliente, si ha obtenido un buen servicio proporcionado por el empleado, ya que en muchas ocasiones también el dependiente no da un buen servicio (por estar indispuesto, porque no está de acuerdo con la paga que recibe etc.); es más de la propina les sacan el salario y que no llega ni siquiera al mínimo.
Recientemente un joven empleado en uno de estos negocios, manifestaba anónimamente este problema sobre el cobro del 10% en la factura del cliente y que el dueño del restaurante, lo utiliza para pagarles el salario y no con el fin por el cual se cobra. Asegura que de ese 10% de propina no les da nada.
Estos negocios se han convertido en una fuente de explotación; estos jóvenes son maltratados por sus dueños, precisamente porque son sin experiencia y de hogares de escasos recursos económicos, pero los empresarios sin escrúpulos explotan a esta gente que no cuenta con seguro social, AFP, o sea no cuentan con nada de protección y sus derechos son pisoteados.
Hago un llamado a la Licda. Sandra Guevara Pérez, Ministra de Trabajo y Previsión Social y otras instituciones a fines a su institución, hacer una investigación exhaustiva de estas empresas, que se burlan de las Leyes y de las autoridades, transgrediéndolas a la vista de todos.
No pueden argumentar los propietarios de los restaurantes, que los ingresos están por debajo de los egresos; si eso fuera cierto no se estarían abriendo más negocios de este tipo, por lo visto este es el negocio de estos tiempos. Que quede claro que me refiero a esos bebederos, que se vuelven centros de prostitución, alcoholismo y de negocios ilícitos; que no son controlados por las autoridades competentes.
