Dr. H. Spencer Lewis
Pasado Imperator de AMORC
(No. 3 y último)
(De la Revista El Rosacruz, Mayo 1983)
Las opresiones al cuerpo en la manera de vestir
El hombre rechaza el derecho del cuerpo a tener libre expresión, completa libertad de movimiento y descanso apropiado, al usar prendas de vestir estrechas que lo atan y limitan. Provoca presión sobre los vasos y nervios de su cuerpo al caminar o permanecer de pie y hace muchas cosas al funcionamiento mecánico de su cuerpo que son contrarias a las leyes de la Naturaleza. Ignora la necesidad de descanso y sueño: niega los requerimientos de los órganos en funcionamiento y les adapta arbitrariamente períodos y ritmos que no son compatibles con el plan perfecto trazado por la Naturaleza; y en miles de formas se encarga de forzar su crecimiento y desarrollo físico con hábitos y costumbres que no están en armonía con los derechos de la Naturaleza.
La Naturaleza lo ha dotado con miles de elementos que deben entrar en la recomposición de su cuerpo día con día y aun así el hombre selecciona arbitrariamente solo unos pocos de estos como su elección y se abstiene del resto. Está violando continuamente alguna ley de la Naturaleza en todos sus pensamientos y acciones, por lo que debe pagar la condena en forma de dolor y sufrimiento, enfermedad y mala salud.
Solo en su cuerpo sano y normal puede el alma del hombre funcionar y existir armoniosamente. Si él ha de encontrar a Dios, la felicidad, el triunfo y la prosperidad, debe mantener su cuerpo físico de tal manera que pueda manifestar la esencia divina, que le da vida, que le da salud y poder para actuar. En la medida en que él arruina su organismo físico, disminuye la habilidad del alma, de la esencia y de la mente dentro de él, para funcionar en toda su majestad y poder.
Principio fundamental:
¡Vuelvan a la Naturaleza!
No existe duda acerca del principio fundamental involucrado en ¡Vuelvan a la Naturaleza! ¡Vuelvan a la forma de vida natural! ¡Vuelvan a la Tierra! ¡Entren al brillo del Sol! Disfruten de la vegetación que la Naturaleza ha dado y todas las cosas que dan los elementos necesarios al cuerpo; respiren todo el aire fresco que contiene la fuerza vital; extiendan su consciencia, otorguen a su divinidad más libertad para expresarse. En esta forma se volverán saludables y maravillosos en sus privilegios y bendiciones heredados. Se convertirán en lo que la Naturaleza y Dios querían que fuera el hombre: la imagen viva de los grandes poderes cósmicos, con todas las fuerzas creativas.
PROPÓSITOS DEL CONSEJO DE SOLAZ
– En los Centros Culturales Rosacruces que funcionan en San Salvador, Santa Ana Sonsonate y San Miguel, se realiza cada 15 días, a partir de las 2.00 p.m, el Consejo de Solaz, que es de ayuda espiritual para quienes la necesitan. Su explicación es como sigue:
– Desde el principio, dado su gran amor a la Humanidad, la idea y los propósitos del Dr. H. Spencer Lewis, -quien restableció en América la AMORC en su segundo ciclo-, fueron llevar alivio, curación y solución a los tantos problemas de aquellos que, en su aflicción, buscaban ayuda.
Su atención se centró en el sufrimiento causado por las enfermedades. Él sabía que los Rosacruces han sido siempre famosos por sus conocimientos terapéuticos y su habilidad de curar.
Por ello, muchas personas que sufren toda clase de enfermedades físicas o desórdenes mentales u otros serios problemas, acuden a la Orden pidiendo ayuda, y la Orden siempre la presta con infinito amor.
Siendo la Orden una organización fraternal, ha tenido que limitar su campo de curación porque no podía ni puede exponerse a efectuar abiertamente curaciones en clínicas públicas. De allí el origen de los Consejos de Solaz.
Quienes acuden por ayuda a ellos deberían saber que el merecimiento y una vida recta y limpia, son factores que contribuyen a tener buenos resultados de esta ayuda. En las enfermedades, a veces los tratamientos metafísicos no son suficientes, sino que se requiere de la ciencia médica.
Hay que tomar en cuenta también que si la hora de pasar por la transición decretada por Dios ha llegado, no hay curación posible por ningún método.
Condiciones karmáticas influyen también en los resultados.