Montevideo/AFP
Los coordinadores del Mercosur se reunieron en Montevideo en busca de fórmulas para destrabar la crisis surgida por el traspaso de la presidencia pro témpore del bloque, en un
encuentro que terminó sin anuncios oficiales.
Hubo «bastante coincidencia» entre Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, dijo el vicecanciller paraguayo Rigoberto Gauto a periodistas al término del encuentro, aunque evitó dar detalles sobre alternativas que se manejan para superar el impasse y se limitó a decir que elevarían informes a los cancilleres.
Gauto insistió en la «vacancia» de la presidencia pro témpore y sostuvo que los trabajos en pro de acercar el bloque sureño a otros grupos de países como la Unión Europea y la Alianza del Pacífico continuarán a pesar de la falta de un coordinador reconocido por los socios al frente del Mercosur.
En una reunión similar a comienzos de agosto, participaron representantes de Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay, pero estuvo ausente Venezuela, que tampoco participó del encuentro del martes.
El Mercosur atraviesa una de sus peores crisis desde su fundación en 1991, solo equiparable a la que generó la suspensión de Paraguay en 2012 luego de un juicio parlamentario que destituyó al presidente de izquierda Fernando Lugo.
Entonces, en una cumbre presidencial incompleta, Uruguay, Argentina y Brasil resolvieron el ingreso de Venezuela como miembro pleno.
Por orden alfabético, en julio de 2016 Venezuela debía asumir la presidencia rotativa del grupo, desde donde coordinaría por seis meses la agenda del Mercosur. Pero Brasil, Paraguay y Argentina se oponen.
El canciller brasileño, José Serra, dijo lisa y llanamente la semana pasada que su país considera que «Venezuela vive bajo un régimen autoritario, no democrático» y argumentó que «un país que tiene presos políticos no puede ser un país democrático».
«Venezuela no va a asumir el Mercosur, eso es seguro», remató el ministro brasileño.
Paraguay de su lado, pidió a Venezuela que libere a los opositores presos y acusó al gobierno de Nicolás Maduro de querer bloquear el Parlamento -de mayoría opositora- a través de la Justicia.
Argentina en tanto, quiere un gobierno colegiado del Mercosur hasta que asuma la presidencia en enero próximo, mientras su presidente Mauricio Macri ha sido muy crítico de la situación de derechos humanos en Venezuela.
Uruguay es el único socio que quiere que Caracas asuma la presidencia y acepta la decisión de Maduro, que se proclamó al frente del Mercosur una vez que Montevideo dejó la presidencia, aunque el resto de los socios no lo reconocen ni aceptan las decisiones que adopte.
Maduro acusó a Argentina, Brasil y Paraguay de formar «la triple alianza de torturadores de Suramérica», calificó al gobierno interino brasileño como «una dictadura impuesta», tildó a Macri de «fracasado» y al gobierno de Horacio Cartes en Paraguay de «oligarquía (…) corrupta y narcotraficante».
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