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París/AFP
Un mes después del secuestro de más de 200 jóvenes por parte de Boko Haram, thumb París acoge este sábado una cumbre africana para debatir una estrategia común contra este grupo islamista nigeriano, sovaldi sale acusado también de atacar el viernes un campo de trabajadores chinos en Camerún.
«Un chino murió» y otros diez «fueron probablemente secuestrados» en la noche del viernes en este ataque contra un campo de trabajadores del sector viario en el norte de Camerún, ambulance indicó la policía camerunesa, que atribuye los hechos a los islamistas nigerianos.
«Los Boko Haram estaban fuertemente armados. Vinieron con cinco vehículos», afirmó por otra parte un responsable administrativo de Waza, localidad cercana al campamento de los trabajadores chinos.
Esta nueva operación atribuida al grupo islamista aumenta la presión en la cumbre de París, en la que participa el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, cuya estrategia para combatir Boko Haram se cuestiona cada vez más.
Jonathan, que llegó al Elíseo a las 10H00 GMT, acogió posteriormente junto al presidente francés, François Hollande, a sus homólogos de Camerún, Níger, Chad y Benín, así como a los representantes de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
Boko Haram, nacido en 2002 en el noreste desfavorecido de Nigeria, provocó una indignación mundial el pasado 14 de abril, cuando secuestró a 276 estudiantes de secundaria de Chibok, en el Estado de Borno (noreste).
El jefe del grupo islamista, Abubakar Shekau, amenazó posteriormente en un vídeo con casar por la fuerza a estas adolescentes o con venderlas como esclavas.
Lucha antiterrorista a nivel regional
La actuación del gobierno de Nigeria ha motivado las críticas de numerosos aliados de Abuya, como Estados Unidos, que ha enviado efectivos para ayudar a rescatar a las adolescentes.
Washington, que incluyó en noviembre de 2013 a Boko Haram en la lista de las «organizaciones terroristas extranjeras», criticó el jueves «la lentitud trágica e inaceptable» de la respuesta del gobierno nigeriano.
De hecho, el presidente Goodluck Jonathan reaccionó al secuestro de las estudiantes de secundaria dos semanas después del secuestro y se expuso este viernes a nuevas críticas, al anular una visita anunciada a Chibok.
«Es importantísimo que Nigera se tome con seriedad sus responsabilidades», dijo en París el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, para quien la cumbre debe cerrar «una estrategia para vencer a Boko Haram».
Por el momento, París no ha criticado públicamente a su nuevo aliado anglohablante, primera potencia económica del continente, e intentará en esta cumbre coordinar la lucha antiterrorista a nivel regional.
Los diplomáticos destacan las «excelentes» relaciones entre París y Abuya desde la llegada a la presidencia francesa de Hollande, muy implicado en el continente africano.
Francia, que no es partidaria de una intervención militar occidental contra Boko Haram, está inmersa en operaciones militares en Malí y en República Centroafricana y cuenta además con tropas en Chad y Níger.
Asimismo, París trabaja en estos momentos en la reorganización de su dispositivo militar en África «para una concepción regional de la lucha contra el terrorismo», según el ministro francés de Defensa, Jean Yves Le Drian.
En el plano regional, Francia busca la elaboración de un plan de medidas conjuntas que incluya el intercambio de informaciones y el apoyo de los socios occidentales, explicó una fuente diplomática.
Uno de los acuerdos más esperados es el inicio de una cooperación entre Nigeria y Camerún, uno de los países más amenazados por Boko Haram como demuestra el ataque contra el campo de trabajadores chinos.
