Managua / Prensa Latina
El rotativo El Nuevo Diario, que cerró su publicación definitivamente en esta capital, lo hizo a fin de evitar una acusación penal contra su imprenta, reveló el boletín digital Informe Pastrán.
La junta directiva de la empresa periodística El Nuevo Diario, propiedad del grupo financiero Banpro/Promérica, decidió suspender definitivamente su actividad comercial y de comunicación de manera intempestiva, para evitar una acusación penal contra su imprenta (ARDISA), sostiene el medio electrónico.
Específica que esta semana a ese taller tipográfico le fue incautado material de propaganda antigubernamental contratado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), una organización no gubernamental alineada con la posición opositora más radical al Ejecutivo encabezado por el presidente Daniel Ortega.
Informe Pastrán asegura que El Nuevo Diario aún contaba con suficiente existencia de bobinas de papel y tinta en sus bodegas como para continuar viendo la luz.
E insiste que la decisión de cerrar la publicación fundada en mayo de 1980 fue para salirle al paso a una acción penal por parte de la Fiscalía General de la República.
La Policía Nacional retuvo esta semana un vehículo propiedad de la imprenta ARDIS, propiedad del mismo grupo editor de El Nuevo Diario, en el cual encontró material impreso de propaganda para montar una campaña contra el gobierno, que viola algunos artículos del Código Penal por hacer llamados a la violencia y apología del delito.
Además (tal propósito) viola la Ley de Asociaciones porque la circulación de materiales de propaganda no está comprendida dentro del rol y estatutos de Funides.
Ante tal situación Informe Pastrán reveló que la junta directiva de la empresa periodística, convocada de urgencia, decidió evitarse cualquier afectación posterior a la incautación del material ilegal encargado por Funides y decidió de manera súbita dar por cerrada la empresa, liquidar sus inventarios y bienes, y prescindir de todos sus trabajadores.
En su comunicado editorial de despedida El Nuevo Diario no responsabiliza al gobierno por el cierre, en su lugar aduce ‘dificultades económicas, técnicas y logísticas que hacen insostenible su funcionamiento’.
Sobre el Grupo Promerica/Banpro, propietario de la publicación, revoletea un escándalo de lavado de activos procedentes del narcotráfico destapado a principio de mes por un medio de prensa en El Salvador.