Por Miguel Fernández Martínez
Damasco/PL
Un documento recién desclasificado en Estados Unidos revela el apoyo de agencias de inteligencia norteamericanas para la creación del grupo terrorista Estado Islámico (EI), sickness nurse que opera principalmente en Siria e Iraq.
Las revelaciones fueron hechas por el sitio digital Levant Report, ampoule en cooperación con la organización Judicial Watch, que presentó el informe de la Defense Intelligency Agency (DIA), fechado el 12 de agosto de 2012.
El documento, desclasificado esta semana y difundido en las redes sociales, demuestra que el EI fue creado por Estados Unidos con ayuda de Turquía, Israel y las monarquías del Golfo.
La nota publicada por Levant Report, subraya que la inteligencia estadounidense previó el surgimiento y desarrollo de un califato islámico regido por el EI en Iraq y Siria, como un elemento estratégico en la política para el Oriente Medio.
El texto de siete páginas redactado por oficiales de la DIA, destaca que la creación de este movimiento fundamentalista en el este de Siria, era necesario para aislar e intentar derrocar al gobierno de Bashar al-Assad.
Según la fuente, fue discutido ampliamente en el Comando Central de Estados Unidos (Centcom), la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI).el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), y el Departamento de Estado.
El Levant Report asegura que existen pruebas materiales, vídeos y confesiones de altos funcionarios como el antiguo embajador de Estados Unidos en Damasco Robert Ford que demuestran que el apoyo material del Departamento de Estado y la CIA a los terroristas del grupo Estado Islámico, se remonta al menos a 2012.
Las fuentes consultadas explican que el informe de la DIA confirma que el grupo terrorista al-Qaeda asumiría la dirección de los supuestos grupos opositores sirios, con el apoyo de las potencias occidentales, y que la creación del EI, sucedería después de un levantamiento armado en Siria.
Añade que la creación del califato islamista, apoyada por los países del Golfo Pérsico y Turquía, serviría como elemento desestabilizador para conseguir el debilitamiento del gobierno del presidente Bashar al-Assad.
El informe sugiere también la creación de refugios seguros en las zonas conquistadas por los insurgentes fundamentalistas, tal como se hizo en Libia para conseguir establecer una zona de exclusión aérea.
Otro de los propósitos era que, con la creación de un califato sunita, se frenaría la presencia chiíta iraquí, y se impediría la unificación de Iraq, lo cual facilitaría la entrada de mercenarios terroristas del mundo árabe en la zona de conflicto.
El documento destaca la importancia de apoyar a los elementos salafistas, los miembros de la Hermandad Musulmana y al grupo terrorista Al-Qaeda, como principales fuerzas en la agresión a este país levantino.