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Revertir la historia desde los pobres para una sociedad más justa: Escobar Alas

Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino

“La Conferencia Episcopal ha iniciado el proceso de canonización de un grupo grande de nuestros mártires del recién conflicto armado que hemos sufrido en el país”, anunció el Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, en la celebración litúrgica que marcó la finalización de las fiestas al Divino Salvador del Mundo, patrono del país.

“Hoy quiero citar de modo especial a uno de estos mártires y me refiero al padre Ignacio Ellacuría”, y citó  las palabras que diera 10 días antes de su martirio, cuando recibió el premio internacional Alfonso Comín en el Ayuntamiento de Barcelona, sobre el ideal de “revertir la historia desde los pobres”.

“Sólo utópica y esperanzadamente uno debe creer y tener ánimos para intentar con todos los pueblos y oprimidos del mundo, revertir la historia subvertirla y lanzarla a otra dirección “, dice un escrito del padre Ellacuría, palabras que el Arzobispo consideró, “profundas, que encierran una gran verdad”.

Asimismo, citó homilías de San Oscar Romero, sobre la injusticia, el ocultamiento de la verdad y el deber de la iglesia con los más vulnerables. También retomó las reflexiones del papa Francisco sobre los pobres y su relación con Jesucristo, en cuanto a construir una sociedad más justa y solidaria.

“San Romero dijo: La iglesia se siente lámpara de Dios, luz tomada del rostro iluminado de Cristo para iluminar la vida de los hombres, la vida de los pueblos, las complicaciones y problemas que los hombres crean en su historia y se siente la obligación de hablar e iluminar”, citó.

“El papa Francisco, -cuando cita a Charles Foucauld,- indicó: los pobres son aquellos que del modo más perfecto imitan a Jesús en su vida exterior. Ellos nos representan a Jesús, el obrero de Nazaret, son los primogénitos entre los elegidos”, acotó Escobar Alas.

Sobre el país, el Arzobispo dijo que esta es la historia del pueblo salvadoreño, en donde los victimarios “no han querido contar (la verdad) porque tienen pasajes oscuros”, las cuales podrían evidenciar sus “pecados de ambición”. Y son también los que han acusado y perseguido a quienes tuvieron el valor de escribir la verdad, acusándolos de esparcir “leyendas negras”, explicó en su homilía.

“Quizás alguien pregunte ¿para qué iluminar esas partes oscuras y dolorosas de nuestra historia?, la respuesta la dieron los obispos reunidos en Puebla, que dijeron que para asumir y desde ahí redimir cada uno de estos pasajes oscuros, es poderoso. La verdad no es ignorando que la historia que se logra redimirla, si no asumiendo sus daños, falencias y vicios, para que desde allí, lanzarlos en otra dirección -como señaló padre Ellacuría- esa dirección que beneficie a este pueblo pobre y sufrido como es El Salvador”, afirmó.

“Si iluminamos nuestra historia con la luz del rostro transfigurado de nuestro Señor, encontraremos como desde la Colonia se ha golpeado y conducido a la muerte a muchos salvadoreños, principalmente a los pobres. En la actualidad, esa violencia parece casi superada, pero aún hay muchos retos que asumir para que esa historia de violencia fratricida no se repita”, señaló el religioso.

El arzobispo agregó que si todas las fuerzas vivas salvadoreñas quisieran “revertir la historia desde los pobres”, era necesario una serie de acciones. Y la primera reside en el “mejoramiento de procedimientos legales”, a fin de evitar más encarcelamientos de inocentes. El prelado apeló al gobierno a la pronta liberación de las personas que no han cometido ningún delito, aplicando un proceso de pronta y cumplida justicia.

“Es necesario también seguir trabajando en el origen de la violencia. Se necesita que los vacíos y falencias que hemos sufrido siempre, pero, sobre todo, en el sistema de educación pública, se necesita con urgencia la modernización y reparación de la infraestructura escolar y que haya más escuelas en cantones y caseríos más alejados del país”, argumentó.

“Ampliar la cobertura educativa y minimizar la deserción escolar, diversificar los programas de estudios y considerar a nuestros pueblos originarios que tienen como derecho primario el estudio de su idioma nativo y la conservación de su cultura”, abogó el prelado católico.

En cuanto, a otras reivindicaciones sociales, el Arzobispo de San Salvador mencionó las carencias en el sistema nacional de salud, dotando a los hospitales y clínicas de los medicamentos y una buena atención por parte del personal médico y enfermería.

“En segundo lugar, para revertir la historia desde los pobres, implica invertir grandes sumas de dinero en el área de la salud -reconocemos los esfuerzos hechos últimamente- pero no son suficientes. Porque desde el principio nuestro sistema de salud ha sido precario, urge construir una infraestructura digna para la atención humana y ética de los pobres”, mencionó.

“En tercer lugar,, para revertir la historia desde los pobres, es trabajar por el perfeccionamiento del sistema de pensiones que asegure pensiones dignas y vitalicias, para todos los trabajadores. Y en cuarto lugar, significa trabajar por un sistema de leyes que diga nunca más a la corrupción y la impunidad”, expresó el religioso.

Igualmente, señaló como imperante que las autoridades gubernamentales se comprometan a un “nunca más a la explotación minera a base de materiales tóxicos”, porque contaminan el agua y la tierra del país. Junto a un sistema legal que protección al derecho al agua, la seguridad alimentaria, promueva la defensa del medio ambiente.

“En quinto lugar, revertir la historia desde los pobres significa invertir grandes sumas de dinero en el agro, para que nuestros campesinos sean dignificados a realizar su trabajo también luchar por la dignificación del obrero abriendo escuelas y bibliotecas donde puedan perfeccionar sus oficios”, expresó.

“En sexto lugar, para revertir la historia desde los pobres, demanda la apertura de fuentes de trabajo y acceso de financiamiento para ingresar al mundo del emprendimiento, que como dijo el padre Ellacuría -sustituir la civilización del Capital por la civilización del trabajo y la civilización de la solidaridad”, agregó.

Para el Jefe de la Grey Católica, esta reversión de la historia que incluye a los pobres, implica la convocatoria de todas las fuerzas vivas de El Salvador, para generar cambios sustentables y permanentes.

“Esta reversión de la historia desde los pobres significa que los dueños del Capital, los que ocupan cargos de dirección de salud, justicia, gobierno, religión y todos los campos del saber se unan dejando atrás las divisiones exacerbadas por la ideologización y partidismo que han desangrado a este país principalmente a los pobres”, alegó.

“Es necesaria la unidad de todas las fuerzas vivas -sólo así- el país  va a poder salir adelante del subdesarrollo, pero esa unidad y ese trabajo para revertir la historia desde los pobres, no nace sólo de una exigencia ética, nace de una exigencia superior y trascendente que es Jesucristo”, puntualizó el Arzobispo Escobar Alas.

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