Álvaro Darío Lara
Escritor y poeta
Por gentileza del nuevo director de la REVISTA CULTURA (Revista de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la República), el poeta, académico y escritor, Vladimir Amaya, tuve acceso a los últimos números de dicha publicación, esto es, los correspondientes al 118 y 119, editados durante el año en curso, y debo confesar, que me ha llenado de mucho agrado y esperanza que este importantísimo órgano cultural renazca bajo la tutela de un talentoso joven académico de las letras, y de un Consejo Editorial -plural y multidisciplinario- integrado por figuras del mundo de la academia, el periodismo, la experiencia editorial y la creación poética, me refiero a: Teresa Andrade, Ricardo Roque Baldovinos, Roberto Deras, Roger Guzmán y Susana Reyes.
Después del lamentable número 113 y de otros, que echaron por la borda, toda una tradición intelectual que gozó siempre de mucha independencia frente a las coyunturas gubernamentales, CULTURA inicia ahora un camino hacia su rescate y potenciación como un indispensable medio de expresión cultural, donde se ventilen con libertad y calidad, las ideas, propuestas y creaciones de los hacedores intelectuales y artísticos del país.
Una revista que debe superar las amarras exclusivamente literarias, para abrirse a otras disciplinas del conocimiento, privilegiando la reflexión histórica y antropológica, tan indispensable en la presente hora nacional; y superando las tradicionales capillas de colaboradores que, por desgracia, caracterizan el mundillo cultural del país. En ese sentido, la amplitud, la ética y el profesionalismo de la dirección y del equipo, es clave, y debe de estar a la altura de la contemporaneidad, que ya no puede inclinarse por los gustos individuales o por las camisas de fuerza que acostumbran la ideología o la política.
Vientos de modernidad deben, entonces, recorrer sus páginas, como lo prefiguran los dos números editados. Asimismo, es vital que CULTURA, pese a su orientación y naturaleza de destinatarios, pueda traducirse en contenidos más accesibles a otros públicos, ávidos de información. Mejorar su tiraje y distribución, manteniendo su precio preferencial, es, desde luego, otro importante desafío, al igual que su actualización digital.
La dirección y el Consejo Editorial tienen sobre sí, una herencia de primerísima línea. Escritores e intelectuales de la talla de Manuel Andino (su primer director), Claudia Lars, David Escobar Galindo Horacio Castellanos Moya, Ricardo Roque Baldovinos, Luis Alvarenga y Mauricio Orellana Suárez, la dirigieron en distintas épocas.
Este servidor tuvo el honor de integrar, junto a Carmen González Huguet y bajo la dirección de Luis Alvarenga, el Consejo Editorial en un período, y por experiencia sé, que el compromiso de producir una publicación de esta índole, no es fácil.
Por ello, es, repito, esperanzador, el ideario con el que comienza –nuevamente- la legendaria CULTURA: “…Cultura busca, efectivamente, dar cuenta de la cultura salvadoreña en sus más variadas y amplias expresiones, ayudar desde estas páginas a promover la unidad en la diferencia, la cohesión social a partir del respeto a los otros, borrar las fronteras mentales, abrirnos al diálogo…”. Bien, por CULTURA, y sobre todo, bien por el país ¡Felicitaciones a sus editores!