Por Sakher Abou El Oun
Gaza, sovaldi find Territorios Palestinos/AFP
El enfrentamiento entre Israel y el Hamas corre el riesgo de convertirse en un conflicto generalizado tras la muerte de al menos siete combatientes palestinos en Gaza, ask en momentos en que se multiplican los disturbios tras el asesinato de un adolescente palestino a manos de extremistas judíos.
Cuatro activistas de la rama militar de Hamas, que gobierna la franja de Gaza, murieron en un ataque israelí contra un túnel en Rafah, al sur del territorio, según varios testigos y los servicios de emergencias locales.
Otros dos miembros de las brigadas Eziedin al Qasam desaparecieron.
La prensa israelí atribuyó el incidente a una explosión de origen intederminado. La zona tiene numerosos túneles que sirven para el contrabando desde Egipto, así como galerías subterráneas usadas por comandos para infiltrarse tras las líneas israelíes o lanzar cohetes.
Un combatiente palestino falleció por las heridas que le provocó otro ataque israelí en un campo de entrenamiento de las brigadas de Al Qasam en Rafah.
El ejército israelí indicó en un comunicado que había atacado «nueve posiciones terroristas y puntos de lanzamiento de cohetes en la franja de Gaza».
Desde el domingo por la noche, al menos 14 proyectiles han impactado caído en el sur de Israel, uno de los cuales hirió levemente a un militar y provocó daños materiales.
Uno de los cohetes alcanzó los barrios periféricos de la ciudad de Beersheva, la capital del desierto de Neguev, a unos 50 km de la franja de Gaza, sin provocar víctimas.
El primer ministro Benjamin Netanyahu se comprometió a «hacer lo necesario para recuperar la paz y la seguridad» en el sur de Israel. Pero instó a su gobierno a abstenerse de declaraciones incendiarias para evitar una confrontación generalizada.
«La experiencia nos ha demostrado que, en momentos como éste, debemos actuar de forma responsable y con la cabeza fría para abstenernos de declaraciones duras e impetuosas», declaró Netanyahu a sus ministros.
Esta línea prudente ha generado divergencias en el seno de la coalición conservadora; el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, un halcón ultranacionalista, anunció este lunes que rompía su alianza con el partido Likud del primer ministro, aunque sin abandonar el gobierno.
Extremistas judíos confiesan el asesinato
Tres de los seis israelíes detenidos por el secuestro y asesinato la semana pasada de un adolescente palestino confesaron el crimen, indicó el lunes una fuente próxima al caso.
«Tres de los seis sospechosos detenidos han confesado haber asesinado y quemado a Mohamed Abu Jder, y realizaron una reconstitución del crimen» frente a los policías, dijo a la AFP la fuente, que requirió el anonimato.
El crimen provocó nuevos episodios de violencia durante la noche.
«Alrededor de 110 personas fueron detenidas durante la noche por perturbar el orden público, lanzar piedras, destruir mobiliario urbano y atacar a las fuerzas del orden», indicó a la AFP Luba Samri, un portavoz de la policía.
La mayoría de los incidentes se produjeron en el «Triángulo», nombre de la región de Galilea donde se encuentran las ciudades de mayoría árabe.
En Nahf y Nazaret, los manifestantes encapuchados incendiaron neumáticos y bloquearon varias calles.
Las revueltas se convirtieron en protestas antirracistas, ya que la minoría árabe en Israel, unos 160.000 palestinos que se quedaron en sus tierras tras la creación del Estado de Israel en 1948, denuncian desde hace décadas discriminaciones en el empleo y la educación.
También se produjeron incidentes de este tipo, con doce detenidos, en el sur de Israel y en los alrededores de Beersheva, donde vive una importante comunidad beduina, indicó la policía.
En Hadera (norte de Israel), varios cientos de personas participaron en una marcha antirracista el domingo por la noche, que topó con una manifestación de extrema derecha israelí. La policía dispersó a ambas y detuvo a 45 personas.