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River-Boca: gloria o humillación en la Copa Libertadores

Buenos Aires/Argentina/AFP

La inédita superfinal de la Copa Libertadores de América 2018, este sábado en el Monumental, comprende mucho más que la disputa de un título. River Plate y Boca Juniors, centenarios archienemigos del fútbol argentino, se jugarán el honor y el prestigio en el partido más importante de sus historias.

Tuvieron que pasar 58 ediciones del máximo torneo de clubes de la Conmebol para que dos de los equipos con mayor tradición en América -protagonistas de uno de los grandes clásicos del fútbol mundial- se encontraran en una final que tiene hablando al planeta entero desde hace dos semanas.

Desde Mourinho a Bielsa, de Simeone a Maradona. Nadie del mundo futbolero estuvo ajeno al éxtasis del superclásico, y al 2-2 con el que se selló en la Bombonera el primer duelo de la llamada “final del siglo” por los argentinos.

Los “millonarios” se retiraron del templo boquense con una sonrisa inocultable, porque el plan de Marcelo Gallardo, impedido de ingresar al estadio por una sanción de la Conmebol, frustró la victoria de Boca, que siempre estuvo adelante en el marcador, y dejó abierto el panorama para resolver en el Monumental.

Estrategia pura

El Muñeco y el Mellizo saben que a la batalla del Monumental hay que acudir con los mejores soldados, pero dos de ellos se cayeron del crucial partido de vuelta en el primer cara a cara en la Bombonera.

El delantero “xeneize” Cristian Pavón se retiró a la media hora de juego afectado por una lesión muscular y el “millonario” colombiano Rafael Santos Borré causará baja en el ataque por acumulación de amarillas.

El miércoles, otra mala noticia golpeó al Muñeco: el experimentado ariete Ignacio Scocco, que se perfilaba para ser titular por Borré, sufrió una lesión muscular en el gemelo derecho durante una de las prácticas.

Pero al margen de la bajas, Gallardo puede sentirse aliviado de haber recuperado a Leo Ponzio, capitán y estandarte del equipo, ausente en la Bombonera por una molestia muscular.

Guillermo, a su vez, mantiene una duda en una posición donde no se permiten vacilaciones, y mucho menos para este juego. Y es quién custodiará el arco, si el cuestionado Agustín Rossi, aunque figura en la ida, o Esteban Andrada, recuperado de una delicada lesión en la mandíbula que sufrió en los cuartos de final ante Cruzeiro.

Pero la inesperada baja de Pavón también le preocupa, aunque en ese sector el abanico de opciones es mucho mayor. Carlos Tevez, Darío Benedetto, Mauro Zárate o los colombianos Sebastián Villa y Edwin Cardona pujan por un lugar en el once del Mellizo para acompañar en el ataque a Ramón “Wanchope” Ábila.

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