Abu Dabi/Emiratos Árabes Unidos/AFP
River Plate pondrá final el sábado a dos semanas muy intensas, con el partido por el tercer puesto del Mundial de Clubes en Abu Dabi ante el Kashima Antlers japonés, antes de su regreso a casa para festejar la Copa Libertadores ganada el pasado 9 de diciembre.
Ese éxito histórico logrado en Madrid contra su clásico rival, Boca Juniors, no pudo todavía ser celebrado por los jugadores en Buenos Aires, ya que el equipo tuvo que viajar dos días después de la final en el Santiago Bernabéu hasta Emiratos Árabes Unidos, para disputar este Mundial de Clubes.
La caída en semifinales de esta competición ante el anfitrión Al Ain ha frenado la euforia en el seno del equipo, que soñaba con poder jugar la final ante el Real Madrid y levantar incluso el trofeo mundial para cerrar un diciembre de ensueño.
El sábado, sin embargo, River tendrá que conformarse con jugar por el tercer puesto, un objetivo menor respecto a sus expectativas en los días previos al evento.
«Este dolor dura lo que dura la desilusión de no verse jugar la final del sábado. Iremos el sábado a jugar por el tercer puesto y nos va a doler no vernos en la final», admitió el técnico Marcelo Gallardo tras la caída ante el Al Ain.
La decepción de River en semifinales supone ya la peor actuación de la historia de un equipo argentino en el torneo, ya que desde que se instauró el formato actual los representantes albicelestes siempre habían logrado superar las semifinales, antes de caer en la final ante un rival europeo. Así le ocurrió a Boca en 2007, a Estudiantes en 2009, San Lorenzo en 2014 y al propio River en 2015.
El objetivo ahora será evitar la peor actuación de la historia de un equipo sudamericano, algo que sufriría en caso de quedar en cuarto lugar.
Los otros tres equipos de la zona Conmebol que en su día perdieron en una semifinal del Mundial de Clubes, los brasileños Inter de Porto Alegre (2010) y Atlético Mineiro (2013), y el colombiano Atlético Nacional (2016) pudieron al menos irse con el consuelo del bronce simbólico del torneo.
– La fiesta del Monumental –
El partido será especial además para un emblemático jugador de este grupo, Gonzalo ‘Pity’ Martínez, autor del tercer tanto a Boca en el partido del Bernabéu y que se despide antes de iniciar su aventura estadounidense en el Atlanta United.
Si puede jugar, ya que acabó la semifinal contracturado, tendrá además ánimo de revancha tras el penal fallado durante la segunda parte de la semifinal contra Al Ain, cuando el marcador era ya de empate 2-2.
Más allá del partido ante Kashima, los jugadores, el cuerpo técnico y la directiva piensan también en el recibimiento en Argentina por la Libertadores y la fiesta con los hinchas el domingo en el Monumental.
Para el equipo japonés, el partido ante River es una cita de prestigio.
Tras eliminar a las Chivas mexicanas en cuartos (3-2) y caer claramente ante el Real Madrid en semifinales (3-1), esperan poder irse ahora con buen sabor, en un torneo donde en 2016 llegaron a ser subcampeones.
Su entrenador, Go Oiwa, dice conocer bien a River.
«He visto varios partidos suyos, los de Boca Juniors de la final, también su partido de ayer (la derrota ante Al Ain por penales) y otros del campeonato doméstico. Tienen jugadores con buena técnica y son buenos en su planteamiento táctico», explicó el técnico japonés justo tras su derrota en semifinales.