México / AFP
El gobierno mexicano sostuvo el jueves que consiguió reducir el masivo robo de combustible desde un promedio de 56.000 barriles diarios en 2018 a 15.600 barriles, una baja de 72%, desde que lanzó a finales del año pasado una estrategia contra este delito.
«Se logró disminuir considerablemente el robo de combustible. Si seguimos como vamos, les adelanto, podemos ahorrar cerca de 50.000 millones de pesos (2.591 millones de dólares)», dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa.
En lo que va desde el inicio de la estrategia, cuyo cálculo de resultados va del 21 de diciembre al 19 de febrero, se han dejado de robar 7.800 millones de pesos (404 millones de dólares) y se estima que en todo 2019 se ahorre una cifra cercana a la mencionada por el mandatario, explicó el director la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero.
El ejecutivo precisó que el volumen e importe de ventas de gasolina ha retomado la normalidad, luego del desabastecimiento que generó el plan gubernamental que tuvo entre sus principales acciones el cierre de los ductos por donde se transporta la mayor parte de combustibles en el país.
Durante la primera mitad de enero, grandes filas de automóviles que abarrotaban gasolineras de numerosos estados mexicanos, principalmente en la región centro, fueron parte del panorama cotidiano, algo nunca visto.
Pese a las molestias, encuestas de opinión mostraron que el apoyo al plan del gobierno contra este delito, conocido en México como «huachicoleo», fue mayoritario.
En medio del combate a este delito, se presentó una tragedia: el 18 de enero explotó un ducto en el central estado de Hidalgo mientras era saqueado por cientos de personas, algunas de ellas afectadas por el desabastecimiento, que deja hasta ahora 132 muertos.
«Este problema va a continuar, la idea es reducir aún más este robo de combustible», añadió Romero.
Unos 21.600 elementos del Ejército, la Marina y la Policía Federal han participado en labores enfocadas en el resguardo de ductos e instalaciones de Pemex, así como del transporte de combustible mediante camiones cisterna, que es la alternativa planteada por el gobierno para evitar el saqueo.
Se localizaron también unas 1.700 tomas clandestinas en ductos y se recuperaron alrededor de 1,1 millones de litros de combustible, según reportes de las tres fuerzas involucradas.
La fiscalía investiga además a 175 personas, hay 104 detenidos, mientras que 226 cuentas bancarias personales fueron bloqueadas y se presentaron 17 denuncias por lavado de dinero.
El robo de combustible, que involucra al crimen organizado y corrupción de funcionarios, genera pérdidas anuales por unos 3.000 millones de dólares a Pemex, según datos del gobierno.