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Ginebra / Prensa Latina
Como en una novela de ciencia ficción de hace ya algún tiempo, una de las tres preocupaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) apunta a la robótica (junto al envejecimiento y el acoso).
Ese parecer está presente durante la reunión de la OIT que ocurre en esta ciudad hasta el 21 de junio y al más alto nivel examina el tema del empleo.
La Conferencia Internacional del Trabajo celebra desde el martes su segunda jornada de sesiones dedicadas a debatir temas relacionados con el futuro del mundo laboral, con la participación de más de 40 jefes de Estado.
El evento de este año, que coincide con el programa diseñado para festejar el centenario de la creación de la OIT, reúne a más de cinco mil delegados de todo el mundo para encontrar soluciones a los desafíos del mundo laboral.
Y es el caso que algunos de esos desafíos serian impensables hace algunas décadas atrás como es el caso de la robótica.
La OIT con más de 100 años de historia busca orientaciones claras para, entre otros asuntos, el tema de la inteligencia artificial que puede sustituir paulatinamente a los empleados de menor conocimiento y por tanto recrudecer el tema de la falta de puestos laborales.
De ahí que el director general de la OIT, Guy Ryder, en las palabras de apertura de la cita señalara que la gente necesita sentir que recupera el control de sus vidas, el futuro del trabajo no está predeterminado y no será decidido por robots.
Ryder sostuvo que la credibilidad de la organización depende de que todos los participantes llamados a tomar decisiones entiendan que no se pueden seguir abordando los temas como en el pasado y que es momento de proponer a los gobiernos estrategias claras.
En ese sentido insistió en que son necesarias respuestas claras para los trabajadores del Planeta.
La justicia social, desde la perspectiva del acceso al trabajo decente, es la base de la misión de la OIT, y de la que proviene toda la legislación internacional que protege los derechos básicos de los trabajadores en el mundo.
La expectativa se centra en dos puntos de la agenda de las dos semanas de reuniones de la OIT: los debates con vistas a la adopción de una convención internacional contra la violencia y el acoso en el trabajo por una parte.
Y por la otra, aparecen las negociaciones de una declaración sobre el centenario de la organización.
Ryder recalcó la importancia del primer punto y señaló que adoptando esa convención esta conferencia luchará contra los abusos que ofenden los principios básicos de la decencia de las personas.
Por su parte, la declaración del centenario de la OIT busca ser una hoja de ruta para abordar los profundos y acelerados cambios que ya están ocurriendo en el mundo del trabajo.
De acuerdo con la información suministrada por OIT, en el programa de actividades sobresale la celebración de una jornada por el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, y se analizarán propuestas para combatir la violencia y el acoso.
Por lo que esta reunión abarca desde temas tan inimaginables en otros tiempos como la robótica en sustitución de los humanos, y otros demasiado terrenales como el abuso laboral y el envejecimiento, que también acapara la atención, sobre todo de naciones ricas.
