París/AFP
El presidente francés, clinic François Hollande, here y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, intentarán suavizar la presión presupuestaria de la Unión Europea (UE) en una cumbre del bloque en Italia sobre «crecimiento y empleo» el 6 de octubre.
«Hemos apoyado la propuesta del presidente del Consejo italiano, Matteo Renzi, de celebrar una cumbre de la Unión Europea en Italia el 6 de octubre sobre el tema del crecimiento» y con el empleo en el centro de las prioridades, declaró Hollande tras una reunión en el Elíseo de dirigentes socialdemócratas europeos previa a la cumbre europea celebrada en Bruselas.
La cumbre de Italia «estará seguida por una cumbre de la zona euro, que yo mismo he propuesto, si nuestros socios la aceptan», añadió.
Los jefes de Estado y de Gobierno no abordaron cuestiones económicas, ya que el principal punto del día es la nominación de los futuros alto representante y presidente del Consejo Europeo, así como la situación en Ucrania, Irak y Gaza.
La prioridad para Hollande es evocar un contexto económico europeo «preocupante» marcado por «una reactivación demasiado débil», «una inflación especialmente baja» y un «desempleo demasiado alto».
Riesgo de deflación
Un año después de salir de la recesión, el crecimiento de la zona euro fue nulo en el segundo trimestre del año, con una tasa del 0%, y los Dieciocho se enfrentan al riesgo de deflación.
La prioridad es «hacer que Europa se dirija más hacia el crecimiento y el empleo», dijo Hollande, que busca «una relajación de la política monetaria» y más «flexibilidad» en la reducción de los déficits presupuestarios.
A mediados de agosto, el ministro galo de Finanzas, Michel Sapin, reconoció que Francia no alcanzará el objetivo de reducción de su déficit público hasta el 3,8% del PIB este año, ni el 3% que establecen las leyes europeas el año que viene.
Renzi se pronunció en términos similares: «Italia y otros países quieren respetar todas las reglas, pero tenemos que destacar la importancia del crecimiento».
No es la primera vez que París y Roma intentan suavizar la presión presupuestaria europea, pero hasta ahora siempre se han topado la oposición de Angela Merkel.
Los dos líderes esperan que Alemania, cuya economía se redujo un 0,2% de su PIB en el segundo trimestre, sea ahora más sensible a los deseos de sus colegas europeos.
El vicecanciller alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, dijo el sábado en el Elíseo que comparte las preocupaciones de Hollande y Renzi.
«Las políticas de Europa deben estar más concentradas en el crecimiento y el empleo», declaró.
Sin embargo, no es Gabriel quien determina la política económica de Berlín, sino la canciller Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, que el jueves pidió de nuevo al Gobierno francés que mantenga sus compromisos de reducción de déficit.