@diariocolatino
En el marco de la beatificación de Oscar Arnulfo Romero, illness diferentes comunidades y organizaciones coincidieron en que es ilógico tener a un beato y no conocer quienes lo asesinaron.
Al ritmo del lema no matarás, cheap justicia ya, buy viagra diferentes comunidades eclesiales de base de la labor pastoral de Monseñor Oscar Arnulfo Romero hicieron el recorrido desde el bulevar Orden de Malta, hasta la Fiscalía general de la república (FGR) para exigir que se investigue y condene a los asesinos del obispo Romero.
Los participantes y activistas de diferentes organizaciones mostraron desde el inicio su entusiasmo y alegría por la beatificación de Romero. En sombreros, camisas, banderas, afiches y pancartas destacaba el rostro del primer mártir oficial de El Salvador. “Estamos muy felices con la beatificación de monseñor Romero porque al fin es reconocido por lo que él fue”, expresó Blanca Lidia Galdamez, del comité de madres y familiares de detenidos y desaparecidos de El Salvador Monseñor Romero.
José Nolasco Romero, miembro del movimiento romerista, argumentó que no es coherente que se tenga un beato en el país, y no se conozcan los autores de su martirio. Por otra parte, mostró su molestia ante algunas declaraciones que han hecho ciertos sacerdotes que oficializan el proceso y a quienes atribuye que han convertido a Romero en un show. “Monseñor Romero es de todos y hay un sector de la iglesia que nunca ha querido a monseñor y eso hay que decirlo”, agregó Nolasco Romero.
Mientras avanzaban en su recorrido hacia la FGR, extranjeros, figuras de la iglesia, personas que estuvieron cerca de Monseñor Romero, abogados y comunidades de base daban testimonio de cada una de las enseñanzas que dejó Romero y la importancia que marca su beatificación. Todos coincidían en que esto sólo es el inicio para un nuevo rumbo de la labor pastoral que realizó el obispo durante su paso por la Iglesia.
Frente a la fiscalía mientras esperaban ser recibidos por alguna de las autoridades de dicha institución, los ánimos cesaron, unos descansaban y otros compraban productos con el nombre de su líder, Romero. Luego de 20 minutos, cinco de los representantes fueron recibidos y en ese momento de nuevo la alegría invadió a los asistentes, pero fue hasta que el fiscal apareció cuando todos con euforia a una misma voz gritaban: ¡justicia! justicia!
Mauricio Vides, el abogado a cargo de entregar el documento y perteneciente a tutela legal María Julia Hernández, defendió que la muerte de Romero es símbolo para otros y que su caso no puede ser cerrado por una ley de amnistía.
“
El proceso iniciaría de cero, tenemos los testimonios de uno de los chofer. Hay pruebas que se pueden sacar de su testimonio. La ley de amnistía no debería ser un obstáculo, pero los jueces están de acuerdo con las injusticias o tienen temor”, acotó Vides.
Al final de la marcha, quienes aún permanecían en el lugar exigían condenar a los culpables y pedían no olvidar la enseñanza de Monseñor Romero. “No mataron a cualquier persona, él nos ayudó a denunciar la injusticia”, dijo Blanca Lidia.