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Redacción YSUCA
Un 15 de agosto de 1917, en Ciudad Barrios, nació Óscar Arnulfo Romero. El sacerdote Vicente Chopin, en el marco de su natalicio el ahora santo, llama a tomar como ejemplo y modelo de actuación su legado de buen cristiano, poniendo al ser humano como el centro de todo.
Romero fue el segundo de los 8 hermanos de una modesta familia. Su padre, Santos, era empleado de correo y telegrafista y su madre, Guadalupe de Jesús se ocupaba de las tareas domésticas.
Desde pequeño, Óscar fue conocido por su carácter tímido y reservado. A muy corta edad tuvo que interrumpir sus estudios debido a una grave enfermedad, a los 12 años comenzó a trabajar como aprendiz en una carpintería.
Su ingreso en el Seminario Menor de San Miguel tiene lugar en 1931. Allí permaneció durante 6 años hasta que tuvo que interrumpir de nuevo sus estudios, esta vez para ayudar a su familia en unos momentos de dificultad económica. Durante tres meses trabajó con sus hermanos en las minas de oro de Potosí por 50 centavos al día.
En 1937 Óscar ingresa al Seminario Mayor de San José de la Montaña en San Salvador. Siete meses más tarde es enviado a Roma para proseguir sus estudios de Teología. Es ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942 y continúa en Roma un tiempo con el fin de iniciar una tesis doctoral que pretende orientar hacia la mística o la teología ascética, pero la guerra europea le impide terminar los estudios y se ve obligado a regresar a El Salvador.
Fue nombrado arzobispo de San Salvador, el 23 de febrero de 1977.
El sacerdote Vicente Chopin dijo que Romero demostró coherencia de vida y se le considera un patriota, ya que buscaba construir una sociedad apegada a los derechos de las personas.
Para el sacerdote Vicente Chopin, la postura de Romero, su profundo compromiso con la sociedad salvadoreña y sus denuncias ante las injusticias de su época, lo colocó en la mira del Estado y de la opinión internacional y debido a ello fue asesinado el 24 de marzo de 1980.
