Mauricio Vallejo Márquez
coordinador
Suplemento Tres mil
La vida nos lleva de la mano en distintos caminos. Quizá nunca nos imaginamos como podemos llegar a influenciar en las personas o como podemos ser de imprescindibles para algunos, buy como seguramente nunca lo imaginó Monseñor Óscar Arnulfo Romero cuando recorría de niño su natal Ciudad Barrios, rx en San Miguel.
Ahora Romero es un personaje fundamental en nuestra historia, health no sólo por lo que su imagen simboliza, sino por su pensamiento y comportamiento cristiano. Tras la muerte de Rutilio Grande existe el parteaguas de Monseñor que se dedica a denunciar las atrocidades que cometía el gobierno de esos años, una maquinaria represiva culpable de miles de muertes. ¿Y qué podía hacer Monseñor desde el púlpito? Hizo lo mismo que Jesús de Nazaret cuando llamó hipócritas y generación de víboras a los fariseos. Hizo justo lo mismo: denunció. Su voz era esperada en la radio, en Catedral, en todas partes. Su voz de esperanza, de consuelo. No se doblegó ante las amenazas de esos que odian sin razón, que discriminan y marginan a las clases sociales que consideran inferiores. Monseñor fue palabra y acción hasta ese terrible 24 de marzo que le abrió la puerta a la inmortalidad.
El ejemplo de Romero alentó a muchos luchadores sociales, a las personas que creen en la justicia y comenzaron a tomar valor. Uno de estos fue el poeta y periodista Jaime Suárez Quemaìn que a pesar de todas las amenazas que recibió se mantuvo firme e incluso llegó a decir: “si mataron a Monseñor Romero, quién soy yo para que no me maten” y siguió en su tarea de denunciar desde el periódico La Crónica hasta que lo llegaron a sacar del Café Bella Nápoles y lo asesinaron.
La admiración que se le tiene a alguien como Romero no es por gusto por un antojo. Nombrar calles, aeropuertos, días sólo es una muestra de respeto a alguien que se entregó por la gente, que no tuvo miedo de tomar partido por las causas justas, un verdadero amante de la paz que muchas personas de derecha no comprenden, porque quizá no están dispuestas a dar la vida por amor.
El Suplemento Cultural Tres mil vió la luz un 24 de marzo de 1990 bajo la estela de Romero. Qué mejor momento para nacer que este, bendecido por el Santo del Mundo. Cada sábado cercano a esa fecha conmemora a Monseñor, lo recuerda y honra porque su imagen no es la de sólo un hombre, es el reflejo de esa hermosa alma que dio la vida por los necesitados, fue quien se atrevió a destapar las injusticias, quien incluso hizo lo imposible para que el Papa Juan Pablo II se enterara de las atrocidades que hicieron los gobiernos de ese entonces que desaparecían, torturaban y asesinaban personas y que seguramente lo continuarían haciendo de no ser por los Acuerdos de Paz.
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