Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
Podrán matar al profeta pero su voz de justicia no. “No hagan mártires, he leído una vez en un periódico de Italia, porque son más incómodos muertos que vivos”, fueron las primeras palabras del Nuncio Apostólico Monseñor Santo Rocco Gangemi, que este lunes presidió la Misa del Primer Aniversario de la canonización de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
El nuncio aseveró que con el martirio de Romero se acrecentó su voz, no solo entre los salvadoreños, sino en el mundo, que hoy reconoce su palabra de lucha por la verdad y la justicia. Para monseñor Gangemi, a los mártires que están vivos se les puede callar su voz, relegarlos al silencio. Pero cuando se encuentran muertos salen de las manos, no hay como callarlos, su voz se hace grito, como agua escandalosa rompe, obliga a escucharlos y hacerle caso, hecho que pasó con Monseñor Romero.
Gangemi explicó en su homilía que Romero se ha vuelto un salvadoreño universal que pasó a ser un ejemplo del “Buen Pastor” para todos los creyentes del mundo. Además, reconoció que durante muchos años se cometió el error de politizar su predicación.
“Si reflexionamos sobre las múltiples trampas que el demonio ha puesto en el camino de la canonización. Sin duda hoy es más fácil hacer estas consideraciones. Cuanto, tuvo que ser difícil vivir en esta cotidianidad (…) en las desconfianza y las sospechas que ha venido desde dentro de la mismas institución, que ha tenido que defender a un hombre y su misión profética, una fe que nos hace pedir perdón. Hoy nos sentimos alentados y purificados por la palabra del Papa que hace un año declaró santo a Romero y liberando la etiqueta que se había dado”, dijo Monseñor.
Contrario a ello, Monseñor reconoce que en su momento se consideró que Romero predicaba una opción política, más que evangélica. Pero el Papa Francisco, al conocer a Romero, que siempre le había considerado mártir y al conocer la noticia de otros mártires no tuvo escrúpulos para declararlo mártir enseguida. “El papa Francisco no vaciló ni fue indeciso a dar ese paso a declarar esa fuerza como hemos declarado los insensatos pensaban que el había muerto pero Dios lo puso aprueba proclamándolo como uno de los santos de toda la iglesia”, dijo.
Además, el nuncio reconoce que Romero, a un año de su canonización, se ha vuelto maestro, pastor y lámpara para el mundo. “Los salvadoreños han sido llamados a un sacrificio grande al perder a Romero, pero es un sacrificio que debe llenar de orgullo… se ha vuelto una voz interminable, no solo para los católicos sino aquellos de buena voluntad”, afirmó.