Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
En la parte baja de Catedral Metropolitana de San Salvador se encuentra ubicada la cripta, lugar donde reposan los restos de Monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez, persona que abogó por los derechos de los marginados, humillados y olvidados en El Salvador.
La “VOZ DE LOS SIN VOZ”, así es recordado Romero, asesinado la noche del 24 de marzo de 1980 en la capilla del hospital Divina Providencia, mientras oficiaba misa y que el próximo 14 de octubre será nombrado Santo en la plaza San Pedro en Roma.
A pocos días de su canonización, decenas de fieles asisten a la cripta de Catedral para orar frente al monumento de bronce, que cubre los restos mortales del religioso salvadoreño.
La lucha que desarrolló por los pobres de El Salvador y quizá de todo el mundo, es lo que más recuerdan todos los que asisten a visitar su tumba.
“Lo que él hizo en su caminar creó mucha conciencia en el pueblo y eso generó que nosotros lo sigamos buscando, entre ellos mi persona. Nosotros siempre hemos sido católicos pero el mensaje de Romero nos ayudó a fortalecernos más en espíritu. Aun estando vivo creíamos en él y la justicia por la cual estaba luchando”, manifestó Valentín de Jesús Alas, quien asegura que escuchaba las homilías del beato en la radio. La radio YSAX, era la que sonaba todos los días en el cantón Montepeque, Suchitoto, lugar donde escuchaba el mensaje junto a su mamá, papá y hermanos.
“Monseñor Romero dejó un legado grande por la lucha con los pobres. Nosotros lo conocimos porque él no era un sacerdote de mesa, era un sacerdote de campo, él visitaba las comunidades, el pueblo donde había pobreza”, expuso Alas.
El hombre de 54 años de edad afirmó que ha tratado de crear conciencia en sus hijos para que sigan el camino de Romero y sigan venerándole. Además de eso, aseguró que siente una gran alegría porque Monseñor será santificado.