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@davidmar2105
La alta jerarquía de la iglesia católica celebró una misa de acción de gracias por la recién beatificación del obispo mártir salvadoreño, diagnosis Óscar Arnulfo Romero, eucaristía en la que también agradecieron dicha acción al Papa Francisco.
Dicha celebración se desarrolló en el marco de la solemnidad del pentecostes, la cual se celebra 50 días después de la resurrección de Jesucristo y es cuando llega el Espíritu Santo.
“Agradecer ante todo a Dios porque la santidad es principalmente un don de Dios, el cielo se ha abierto para bendecirnos, dándonos un santo. Y que mejor que en el marco de la solemnidad de pentecostes, y que bien que en la víspera de esta celebración haya tenido lugar la beatificación de nuestro tan querido hermano Monseñor Romero”, indicó José Luis Escobar, arzobispo de San Salvador.
También destacaron la palabras del Papa Francisco, quien dijo que “Romero es padre de los pobres”, lo que significa, según Escobar, que es el “más grande de los elogios ya que significa que el Espíritu Santo estuvo en él”.
Asimismo, retomó el mensaje del máximo jerarca de la iglesia quien hizo el llamado a la feligresía a seguir las huellas y actuar de Monseñor Romero, el personaje que luchó por la paz, lo que quiere decir que también es tiempo de trabajar por una verdadera y propia reconciliación nacional en el país, lo que según Alas es necesario poner en práctica radicalmente los valores del evangelio como lo hizo el beato durante su sacerdocio.
“Monseñor vivió tiempos muy difíciles y sintió la soledad como cristo en la cruz, pero a pesar de ello iba adelante, marcando un camino nuevo siendo luz en medio de las tinieblas y diríamos, hasta cierto punto solo, apenas con la compañía de unos pocos, sin embargo se mantuvo firme, perseverante hasta el final. ¿Quien le dio esa luz y esa perseverancia? La respuesta es simple, pero profunda y verdadera: el espíritu del señor”, expresó Alas.
El arzobispo de San Salvador relató de como el Papa Francisco, con gran alegría les notificó como iba el proceso de beatificación del mártir, por ello mostró también su gratitud con el máximo jerarca católico por hacer realidad dicho suceso.
En tanto, el arzobispo auxiliar y quien conoció más de cerca al obispo mártir durante su gestión arzobispal, Gregorio Rosa Chávez dio una reseña histórica de Romero, donde destacó el trabajo sacerdotal que realizó el pastor.
“Monseñor Romero murió una vez el 24 de marzo de 1980, lo quisieron matar de nuevo borrando su memoria, pero no pudieron, por eso estamos agradecidos porque nos hizo el honor de ponerlo en los altares.
Romero es una planta aromática y medicinal, sirve para muchas cosas, una es para curar heridas y que Romero cure tantas heridas para que seamos un pueblo que viva en justicia, fraternidad y en paz”, expresó Rosa Chávez.
Al finalizar la homilía agradecieron al cardenal Angelo Amatto, prefecto de la congregación para las causas de los santos y al postulador Vicenzo Paglia por la bondad de venir y realizar la misa de beatificación.
Informaron que las reliquias presentadas en el acto del sábado, o sea, la camisa que llevaba puesta el beato Romero al momento de su muerte, fueron llevadas ayer a catedral metropolitana, las cuales, según el arzobispo, quedarán allí para ser venerada por los feligreses.
Pero antes que dicha vestimenta quede definitivamente en la diósecis de San Salvador, recorrerá todas las arquidiósecis del país, para que toda la feligresía pueda venerarla y luego de terminada la peregrinación quedarán en el templo capitalino, aseguró Alas.
