Sakhir, and Bahréin/dpa
El alemán Nico Rosberg aprovechó los problemas de Lewis Hamilton y Sebastian Vettel para ganar sin oposición el Gran Premio de Fórmula 1 de Bahréin y aumentar su ventaja al frente de la clasificación.
Rosberg sumó su segunda victoria de la temporada a bordo del infatigable Mercedes tras triunfar hace dos semanas en Australia en la primera carrera del año y se colocó con 50 puntos en su casillero.
El finlandés Kimi Raikkonen fue segundo con su Ferrari, mientras que Hamilton, compañero de Rosberg en Mercedes, completó el podio en el circuito de Sakhir después de 57 vueltas llenas de emoción.
“Un gran fin de semana, simplemente perfecto”, celebró Rosberg. “La clave fue el comienzo. Tuve una gran largada y a partir de allí intenté mantener el control de la carrera”.
Vettel, por su parte, dijo adiós a la carrera antes incluso de la salida, pues el motor de su Ferrari se rompió en la vuelta de calentamiento y tuvo que abandonar.
Un duro golpe para el alemán, el único que parece capaz de poner fin al dominio de las “flechas de plata” en la máxima categoría del motor.
“No sé lo que ha pasado. He perdido potencia y he visto que salía humo de la parte trasera.
Hasta entonces todo iba normal”, lamentó Vettel. “Nos ha sorprendido, no esperábamos estos problemas”, añadió el piloto de 28 años.
“Es una pena porque no había ni empezado. Es algo estúpido el hecho de no haber ni empezado”, agregó el alemán, que el viernes ya tuvo algunos problemas en los entrenamientos libres.
Rosberg demostró que es el piloto más en forma de la parrilla: ganó las tres últimas carreras de 2015 tras perder el título con Hamilton y arrancó 2016 con dos victorias en los dos primeros Grandes Premios.
Sólo Vettel (9), Alberto Ascari (7) y Michael Schumacher (7) consiguieron más victorias consecutivas en la Fórmula 1.
El de ayer fue el décimo sexto triunfo de su carrera.
El germano llegará a la tercera etapa del campeonato, dentro de dos semanas en China, con 17 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, Hamilton. Tercero es el australiano Daniel Ricciardo con 24 puntos.
Rosberg partió desde la segunda posición, pero en apenas unos metros rebasó a Hamilton, que logró el sábado la “pole”, y ya no soltó el primer puesto en toda la carrera.
Muy diferente fue el inicio para Hamilton, que tras perder la posición con su compañero de equipo fue embestido por el Williams de Valtteri Bottas en la primera curva.
Su Mercedes quedó casi parado y cayó hasta la octava posición.
Su “flecha de plata” había recibido un duro golpe en el lateral, pero el británico decidió no entrar en boxes y aguantar sobre el asfalto.
Remontó varias posiciones, pero no le alcanzó para mejorar la tercera plaza.
“El coche estaba realmente dañado, no podía competir con Kimi”, dijo el campeón mundial.
El inicio fue apasionante: hubo choques, pinchazos, alerones destrozados y coches soltando chispas en cada recta.
El caos duró unas cuantas vueltas, hasta que la situación de carrera se normalizó.
La escudería Haas vivió otra carrera de ensueño en su temporada de debut en la Fórmula 1.
El francés Romain Grosjean, sexto en Australia, logró un meritorio quinto puesto, justo por detrás del Red Bull del australiano Daniel Ricciardo.
El Toro Rosso de Max Verstappen fue sexto, seguido del Red Bull del ruso Daniil Kvyat y del brasileño Felipe Massa.
El otro Williams, el de Bottas, fue noveno, mientras que el belga Stoffel Vandoorn fue décimo en su debut en la categoría reina.
Vandoorn sustituyó en Bahréin al español Fernando Alonso, que no compitió por problemas de salud.
El belga logró el primer punto del año para la escudería McLaren, que vio cómo su otro piloto, el británico Jenson Button, abandonaba en la vuelta siete.